La felicidad no dura para siempre y Hande lo supo el día en qué su padre exilió a su madre, sin razón alguna.
Años después volverá más fuerte para vengar a su madre y a sus hermanos, no importa lo que eso cueste.
- Sultana. - Beste Hatun hablo a su sultana mientras hacia una reverencia.
- Dime. - Respondió Ilknur.
- Es hora, Fülane Hatun está dando a luz. - Dijo con preocupación.
Ante lo dicho por la joven, Ilknur alzó su vista dejando de lado los juguetes de sus hijos.
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Llamando a sus otras dos acompañantes Günay y Elif le encargó a sus hijos, después se levantó del cojín en el qué estaba para salir de sus aposentos e ir hacia la enfermería.
En el camino se encontró con Gülfem quien de igual manera estaba preocupada.
Cuándo ambas llegaron a la enfermería, hicieron una reverencia para el príncipe, su madre y hermana.
Süleyman rápidamente se acercó a Ilknur abrazándola, por el carraspeo qué dio la sultana Hafsa tuvieron qué separarse.
- ¿Sucede algo alteza? - Preguntó mientras acariaba su mejilla.
- Una partera salió y nos dijo qué el bebé está en riesgo. - Respondió el príncipe haciendo qué Ilknur se sorprendiera.
- Allah lo cuide y nazca sano. - Ilknur tomo las manos del príncipe y las entrelazó con las suyas.
Era una manera de decirle qué ella siempre estaría para él.
Varias horas después.
- Felicidades alteza, nuevamente ha tenido un varón. - La doctora sonrió mientras le entregaba al pequeño príncipe a su padre.
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- Fülane, Allah te ha bendecido con un varón, por eso de ahora en más serás una sultana. - Habló la sultana Hafsa obteniendo la atención de los presentes.
