DOCE

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❛ ☁️ # capítulo 12﹡◦⠵

Nunca habían tenido una sola diferencia

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Nunca habían tenido una sola diferencia. Se conocían desde que usaban pañales, se querían incondicionalmente, se apoyaban incluso en las situaciones más difíciles... Pero en ese momento, no pudo evitar detestarla. Inara había odiado a Seunghee un poco, solo por haber dicho aquellas palabras acerca de Jungwon.

Yang Jungwon es un asesino

No se sentía culpable. Tampoco desconfiaba de él después de haber escuchado eso, porque sabía que Jungwon no había hecho nada malo. Él realmente sería incapaz. Así que, Inara regresó a casa, por primera vez en todo su vida, molesta con su mejor amiga.

Ahora, su molestia se había convertido en una rabia inmensa al ver el auto de sus padres fuera del garaje. Lo que menos quería en ese momento era tener que encontrarse con ellos y si sus cálculos no le fallaban, se suponía que habrían tenido que llegar un par de semanas después. Se preguntaba qué iba a reclamarle su padre ahora. ¿Su cabello? ¿Sus ojeras? ¿Sus calificaciones perfectas? ¿Los cordones desatados de sus zapatos? ¿O su mera existencia? No tenía ganas de tener que soportar esa mierda.

—¿Dónde estabas? —la voz de Youngho le hizo detenerse a mitad de las escaleras, mientras bajaba un par de escalones, observándolo sentado en el sofá reclinable de cuero. Si tan solo supiera todas las cosas desagradables que su pequeña hija ha hecho en ese sofá, no tuviera esa maldita expresión egocéntrica y detestable de siempre.

—Con Seunghee —respondió sin más, subiendo nuevamente.

—¿Ahora ya no nos saludas? Hemos dejado un trabajo importante de lado solo para venir y pasar tiempo contigo, podrías al menos ¿venir aquí y darnos un maldito abrazo?

—Ya deja de molestarla... —escuchó decir esta vez a Doyoung.

—No te preocupes, papá —le respondió, frente a ambos. Doyoung fue el único que le dio un cálido y largo abrazo, y un poco reacia por aquella acción, terminó por aceptarlo. De los dos, él era quien solía demostrarle un poco más de cariño. En cambio, Johnny siempre la había detestado. O al menos así lo sentía. Pero sabía perfectamente que así era, porque Inara alguna vez escuchó a su abuela decir:
Esa mocosa es la viva imagen de la zorra de su madre ❜. Tenía menos de diez años cuando pudo comprender el por qué su padre la odiaba tanto.

Nada de lo que tuviera que ver con él se sentía sincero. Ni las palabras, ni los abrazos... Absolutamente nada; Tuvo que soportar todas sus preguntas en la cena, desde la más estúpida a la más cruel, mientras Doyoung se enojaba con él y como siempre, ambos terminaban discutiendo por su culpa. Según su padre. Pero esta vez, Inara no se quedó ahí escuchándolos a ambos. Tan solo volvió a tomar su mochila y salió de su hogar ignorando por completo los gritos de Suh Youngho tras de ella.

Tocó el timbre de aquella casa un par de veces, mientras se mordía el labio impaciente esperando a que la persona que necesitaba en ese momento le abriera. Sintió el alma regresarle al cuerpo al ver a Minho recargado en el umbral de la puerta, mientras la veía con esa estúpida sonrisa burlona que siempre llevaba en el rostro.

—Te estaba esperando —fue lo único que dijo, haciéndose a un lado para dejarla pasar.

𝐈𝐅 𝐈 𝐊𝐈𝐋𝐋 𝐒𝐎𝐌𝐄𝐎𝐍𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 | Yang Jungwon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora