𝐈𝐅 𝐈 𝐊𝐈𝐋𝐋 𝐒𝐎𝐌𝐄𝐎𝐍𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 | Yang Jungwon ✓

VEINTIUNO

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❛ ☁️ # capítulo 21﹡◦⠵

Jungwon estaba celoso. Demasiado.

Ni siquiera sabía de donde había sacado el coraje para enfrentar a Minho y obligarle a verlo en la azotea de la escuela. Pero definitivamente, ya estaba cansado de ver que el chico solamente aprovechaba cualquier mínima oportunidad para invitar a salir a su novia. Porque Inara era su novia. Estaba con él.

No podía permitir que un idiota como Hwang Minho arruinara lo que ambos tenían.

—¿Y bien? ¿Qué quieres?

Apretó sus manos en un puño a los costados de su cuerpo. Odiaba a Minho, lo odiaba tanto. Lo odiaba porque lo había molestado desde la primera vez que llego a la escuela, lo odiaba porque era un idiota que se creía el rey del mundo, lo odiaba porque no podía dejar en paz a Inara de una vez por todas.

—Aléjate de mi novia —fue lo único que respondió, mientras se mantenía en su propio lugar observando al chico frente a él sonreír con burla.

—¿Tú novia? Que adorable eres, Yang... ¿En serio ya caíste en los encantos de esa zorra?

Jungwon estaba arriesgándose demasiado, pero de ninguna iba a dejar que ese idiota volviera a expresarse de Inara de esa manera. Le brindo un puñetazo en el rostro, tomándolo por sorpresa, pues Minho se había tambaleado en su lugar mientras se llevaba una mano hasta la zona lastimada. Se limpió la sangre del labio y no espero demasiado para regresar el golpe.

Minho era más grande, más musculoso, más fuerte que él. No había dudado ni siquiera un poco en comenzar a atacarlo mientras lo retenía contra el suelo. Jungwon sintió nauseas al saborear la sangre en su boca, los golpes en su estómago le habían robado el aliento. Había sido una mala idea provocarlo, pero de la misma manera, estaba harto de seguir siendo un cobarde.

—No debiste hacer eso, pedazo de mierda... —escupió el contrario, mientras volvía a golpearlo.

Inara sabía que nada andaba bien, pues cuando el timbre sonó y no vio a Jungwon ni a Minho salir, supo que algo sucedía. Estuvo buscándolos a ambos por todos lados, incluso había ido al gimnasio, pues el idiota de Minho solía entrenar ahí casi todos los días después de clase. El pánico comenzó a recorrerle al no conseguir nada, entonces, recordó todas esas veces que Hwang y sus amigos iban a fumar cigarrillos entre clase.

Y no se había equivocado, pues Minho estaba moliendo a golpes a Jungwon ahí mismo.

—¡Detente! —gritó desesperada, viendo como Yang escupía sangre.

—Que adorable... Tú noviecita vino a defenderte.

Inara lo empujó, mientras se arrodillaba tratando de ayudar al chico a levantarse. Jungwon seguía consciente, tal vez mareado por el dolor que sentía, pero aún tenía la fuerza suficiente para mantenerse cuerdo.

—¡Eres un maldito idiota! —Inara le proporcionó una bofetada a Hwang, quien lo único que hizo fue tomar un puñado de su cabello haciéndola soltar un alarido de dolor.

—Y tu eres una zorra patética, créeme que es muy divertido verte actuar como la chica buena con este idiota...

Minho mantenía un agarre fuerte sobre ella, mientras la inmovilizaba y lastimaba. Inara incluso había arañado los brazos del chico tratando de zafarse de su agarre, pero era imposible. Aún más cuando el chico había comenzado a asfixiarla.

—Eres una maldita perra egoísta... —el odio que sentía en ese momento lo había cegado por completo— Tal vez debería matarte aquí mismo. Después de todo, si lo hago, nadie va a preocuparse por ti.

Minho en serio iba a matarla, porque cada vez le costaba más respirar. Sus ojos comenzaron a inyectarse en sangre, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

Jungwon lo golpeó en la cabeza, provocando que la soltara... No se detuvo, tan solo continuó golpeándolo, cegado por la ira y la impotencia.

Todo había sucedido en un solo instante. Lo odiaba, lo aborrecía, quería que desapareciera de una vez por todas... Pero realmente no había sido su intención empujarlo. Porque lo último que había podido escuchar, había sido el grito de Minho y su cuerpo golpear en seco el concreto.

Inara vio como Jungwon se derrumbaba en su propio lugar, mientras podía observar el cuerpo de Minho desde ahí arriba.

El charco de sangre bajo su cuerpo le había hecho saber que no había demasiadas posibilidades de que siguiera vivo. Y por eso, debía actuar rápido.

—Jungwon, vámonos.

—Lo maté...

No faltaba demasiado para que alguien saliera a ver la escena y llamaran a la policía.

—Lo maté. Inara... Lo maté.

—¡Cállate! —gritó desesperada, mientras posaba una de sus manos en la boca del chico— Mírame, Jungwon... Hiciste lo que debías hacer. Después pensaremos en algo, pero por favor... Vámonos de aquí.

Jungwon no podía escuchar con claridad, tampoco pensaba o reaccionaba correctamente. Tan solo dejo que Inara lo obligara a levantarse y salir de ahí.

Estaba arruinado. En todas las maneras posibles.

Después de todo, esas personas ahora tenían razón... Yang Jungwon es un asesino.