𝗜𝗙 𝗜 𝗞𝗜𝗟𝗟 𝗦𝗢𝗠𝗘𝗢𝗡𝗘 𝗙𝗢𝗥 𝗬𝗢𝗨, yang jungwon ( 🌪️ )
━━espero que esto te haga feliz, porque ya no hay vuelta atrás... ⋅₊˚.
Jungwon era inocente, pero Suh Inara, era completamente culpable de todas y cada una de
las desgracias en la...
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Jungwon estaba impaciente, esperando a que alguien en casa de la chica abriera la puerta. No había visto a Inara en los últimos cuatro días, había faltado a clases y tampoco respondía sus mensajes o atendía sus llamadas. Sí, tal vez debió haber ido a buscarla desde el primer instante, pero sabía cómo era ella... Y que aveces le gustaba estar sola. Doyoung fue quien le abrió la puerta, el hombre le dio una sonrisa algo incómoda que trató de disimular, mientras lo saludaba amablemente y lo dejaba pasar. Le hizo saber que la chica se encontraba en su habitación, pero estaba dormida.
—¿Está enferma? No ha ido a la escuela, tampoco he podido comunicarme con ella... ¿Sucedió algo?
Doyoung sabía que no podía estar molesto con el chico, sobre todo porque Inara ya le había contado absolutamente todo y había sido decisión de ella misma que Jungwon no se enterara de nada. Necesitaba reposo después de que le habían dado de alta en el hospital, el doctor había especificado que tendría sangrados frecuentes y dolores muy fuertes. Sobre todo, que necesitaría un poco de paz mental para terminar de asimilar lo que había sucedido.
Tal vez su decisión había sido no traer a un bebé al mundo, pero la opción que había tomado tampoco era algo fácil de digerir. No después de vivirlo.
—Se sentía un poco mal, una cosa llevo a otra y estuvimos dos noches en el hospital, el doctor ordenó reposo absoluto... Confisque su teléfono por el momento, no quiero que se estrese —explicó tranquilo, mientras le servía al chico una taza de café—. Pero no te preocupes, cariño, podrás verla cuando despierte.
Jungwon asintió, tal vez sintiéndose un poco más tranquilo. Tenía sentido que hubieran estado en el hospital, pues la última vez que vio a la chica estaba realmente mal y se veía demasiado enferma.
—Gracias, señor Kim.
—No te preocupes... Y ya te dije que no me digas señor, no soy un anciano.
Sabía que Jungwon era un buen chico. Sabía que era bueno para su hija. Sabía que, sin importar cuál habría sido su decisión, él no iba a dejar a Inara. Estaba convencido de eso.
Estaba tranquilo sabiendo que Heeseung ya se encontraba a muchos kilómetros de distancia, lejos de ahí. Había querido matar a ese chico cuando su hija le contó todo, y por tantos años pensó que Heeseung no tenía ningún otro tipo de intención por el hecho de que Inara y Seunghee habían crecido juntas. ¿Cómo había podido aprovecharse de esa manera de ella? Porque era una niña. Inara siempre sería su niña.
Y sabía que ella confiaba en él, ¡le alegraba que así fuera! Después de todo era su padre, y los padres hacen todo para hacer felices a sus hijos. Y eso era exactamente lo que Doyoung hacía, facilitarle la vida a su hija, quitarle todos sus problemas de encima y hacer lo que fuera para verla feliz. Porque eso era lo único que quería, que fuese feliz. Tal vez Johnny jamás lo entendería, y tampoco es como si le importara que lo hiciera, él seguiría haciendo todo por y para ella.
—¿Hablaste con mi papá?
Jungwon asintió, mientras apretaba la mano de la chica y acariciaba su mejilla.
—Me dijo que estás enferma, y que el doctor ordenó que tuvieras reposo... Estaba muy preocupado por ti, pero ahora que te veo, ya no más.
Inara sonrió de labios cerrados, mientras agachaba la mirada. No estaba arrepentida de lo que había hecho, ¿por qué lo estaría? Pero aún así, no podía dejar de sentir una sensación extraña e inexplicable.
—Te amo, Jungwon.
Dijo con sinceridad, tal vez, siendo la primera vez que realmente sentía las palabras que decía. Por favor dilo de vuelta, rogóen sus adentros, esperando una respuesta.