Capitulo 39

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- te escuchas muy mal de la garganta

- ¿Y de quién es la culpa?

El rubio puso una de sus rodillas sobre la cama y se acercó a Gabrielle, este solo se puso rojo y se empezó a hacer hacía atrás hasta que su espalda tocó aquel suave colchón, puse sus manos sobre su pecho en forma de puño mientras las manos de Oleg se posaban sobre el colchón a los costados de Gabrielle

— es que.. creo que fui yo pero no fue mi culpa tu fuiste quien.. me.. beso

El rostro del pelinegro se empezó a poner más rojo y se encogió un poca más de bombos

— tal vez tengas razón.. pero en ese caso.. entonces deberíamos ser más justos — me acerqué más a él — debería devolverte tu enfermedad

— no porfavor.. acabo de curarme

— es una pena

El rubio se acercó a Gabrielle para besarle, su mano izquierda se quedó a un costado de la cabeza del chico y su mano derecha bajo a la cadera del pelinegro posicionandose dentro de su camisa a lo cual este reaccionó y de sobresalto llevando ambas manos a la mano de Oleg

— e..espera no —sostuve su mano—

— borra esa expresión de tu rostro

— no se de qué hablas

— frunces el seño y aprietas los labios, además, abres más los ojos que de por si ya los tienes como un venado de grandes.. y esa expresión solo hará que me den ganas de no detener lo que estoy haciendo

— es que no sé cómo no hacer una expresión

— pues aprende

— ¿Cómo? —lo miré — tu siempre eres muy inexpresivo —sentí  como saco su mano de mi camisa y lo solté— ¿cómo haces para no mostrar tus gestos?

— así soy yo, no es ningún truco

— no creo.. pienso que no fuiste así

— pues te equivocas, yo nací así

— no es cierto — reí y me quedé pensando — oye.. ¿seguro que faltaste a la escuela solo por la gripe?

— si —me senté a un lado de él sobre la cama quitándome de encima—

— ya veo —me senté en la cama— ¿Qué te pasó? —dije respecto a su brazo— puedo ver?

— no estás preparado para eso —lo miré —

— oh vamos — reí y tome su brazo—

Gabrielle empezó a quitar la venda y conforme la fue retirando su semblante cambió, la pequeña sonrisa que tenía desapareció y se le cristalizaron los ojos, el brazo del chivo tenía algunas cortadas bastante largas, algunas quemaduras y bastantes moretones, unos ya casi sanos con tonalidades amarillos y Algunos otro aún morados

Pero los que llamaron más la atención del chico, fueron los que estaban aún bastante rojos y marcados, Oleg movió a propósito un poco el brazo y una de las cortadas más largas se abrió y sangro un poco

Oleg tomó el rostro del chico y lo hizo mirarle notando las lágrimas de sus ojos

— te dije que no estabas preparado o para ver algo así

— ¿Qué te pasó?

— solo tuve un accidente

Gabrielle busco rápidamente en sus bolsillos del pantalón sacando un pañuelo de color beige, el cuál puso sobre la herida abierta del rubio con cuidado, sin hacer mucha presión

— ¿tienes algo del alcohol? —lo miré — es que mi mamá dice que cuando las heridas se ven muy rojas es porque quieren infectarse

— en el tercer cajón de ese mueble

Mencionó el rubio y Gabrielle se levantó, fur hasta aquel mueble de color café oscuro y abrió el cajón, saco aquel recipiente de plástico y lo llevo hasta donde estaban sentados los dos, mojó un poco el pañuelo y le miro con angustia

— esto arde mucho.. porfavor si te lastimo demasiado dímelo

El chico puso en pañuelo sobre la herida de Oleg y le miro rápidamente a los ojos, se quedó un poco anonadado puesto que el rubio no hizo ni el más mínimo gesto con su rostro

— si yo fuera tu.. estaría llorando mucho por el dolor

— eso es porque eres una pequeña pulga cobarde

— tal vez — reí — pero aún me sigue sorprendiendo que tú no digas nada

— existen caídas que duelen raspan.. y luego existen caídas con fractura, entonces te das cuenta que el dolor no se compara, y es estúpido llorar o quejarse por algo tan insignificante

— tú estás loco — reí —

— y tú lloras por todo

Oleg se acercó con rapidez a los labios del chico y le plantó un beso a lo que Gabrielle apretó sus labios, está acción se vió interrumpida por Oleg al tomar el mentón el chico y obligarlo a abrir un poco sus labios


Y solo

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Tú Y Solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora