Capitulo 40

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La lluvia se había calmado en pueblo, el aire era frío pero no abrazador, los comerciantes abrían sus tiendas después de la gran tormenta que había llegado a Florencia

Por las calles de empedrado se le vio caminando a una mujer de cabello largo y oscuro hasta la cadera, con hermosas ondas que adornaban ese cabello aparentemente suave

Portaba un hermoso vestido de color verde oscuro que llevaba abajo de sus rodillas y un bonito moño en la parte del cuello y un cinturón negro en su cintura, sus zapatos cafes de tacón cuadrado y bajo perfectamente limpios

Pero había algo más...

Murmullos y susurros

Ella miro confundida a su alrededor aunque no parecía ser ignorante de lo que se hablaba, más sin embargo, decidió ignorar aquello puesto que no le interesaba saber más de aquella situación

Dió un largo suspiro y camino hasta dentro de una de las tiendas del lugar, sonó la campanilla de la tienda y las personas la miraron analizandola con la mirada, ella solo ignoró esa acción

Tomó algunas verduras y las llevo a su cesto después de acercó al mostrador donde había una mujer de cabello castaño y ojos color miel pero ya con algunas arrugas en su rostro

La miro por unos segundo y empezó a meter aquellas verduras dentro de otra bolsa de tela, el silencio era incómodo y parecía interminable hasta que aquella mujer de ojos color miel rompió el silencio

— te conozco desde que eras muy joven Francesca, y también sé que casarte a los 15 no fue fácil para ti y que la presión de criar a todos tus hijos sola no es fácil.. pero considero que no deberías involucrarte con el hermano de tu esposo

La joven mujer coloco de golpe el frasco de cristal que tenía en las manos sobre el mostrador y le miro con calma

— señora Batiallo.. no se que le estén diciendo con exactitud, pero no tengo nada que ver con el señor Amadeo, mi esposo trabaja muy duro al igual que yo para mantener a nuestros hijos.. así que porfavor, deje de insinuar cosas, yo jamás le haría eso a mi esposo

— entiendo, pero entonces deberías callar esos chismes, que piensas que dirá tu esposo cuando regrese del trabajo, sabes que le van a decir

— eso me queda claro —la miré — sin embargo yo sé que no hice nada malo, tengo mi conciencia limpia.. y ese es un tema que solo nos corresponde a él y a mi

— entonces no me queda nada más que decir.. solo ten cuidado — la mire— creo en tu palabra siempre has sido una buena mujer, sin embargo sabes que vale más la palabra de un hombre.. y Amadeo ya dió su versión

— lo sé, le agradezco la información —le di el dinero — que tenga un buen día señora Batiallo

— adiós querida

Aquella mujer de cabello largo salió de la tienda y camino de manera firme ignorando los susurros de la gente, al dar la vuelta en una esquina se recargo en la pared y dejo las bolsas sobre el suelo

Con sus manos echo un poco de aire a sus ojos que estaban ligeramente cristalizados y trago de controlar su respiración

— Mio Dio Luciano.. tanto que te necesito ahora

La mujer limpio su rostro y recobro la postura tomo la bolsas y camino de nuevo entre la gente ignorando aquellas palabras ofensivas

Se dirigió hacía la sastrería de aquel hombre con quién se le relacionaba tanto abrió la puerta haciendo sonar la campana y la cerro de golpe

— tengo que hablar contigo

El hombre de cabello oscuro se giro y la miro con una sonrisa soberbia y dejo la taza de café que tenía entre las manos

— tu manera tan insolente de hablarme merece que te den un buen castigo, como se nota que mi hermano no sabe cómo tratar una mujer, eres un desastre

— al contrario, tu hermano es quien sabe tratar a una mujer, estoy agradecida de haberlo escogido a él

— si, en tu idiotez lo escogiste a él, mírate, con 8 hijos y sola, pero que triste, pero querida estás sola porque quieres, sabes que hay donde escoger

— no estoy sola, mi esposo trabaja y eso es diferente, no acudiría a ti aunque fueras el último hombre sobre la tierra

— para el caso es igual — reí — prefiere su trajo antes que su familia

— está en ese trabajo debido a su familia, así que te pido que dejes de decir mentiras.. sabes perfectamente que yo no he estado contigo y no tengo ningún tipo de relación contigo

— ¿Quién lo dice? — sonreí— 

— yo no te he echo nada no puedes comportarte con un bastardo

El hombre se acercó de manera peligrosa a ella y le tomo por el cuello estampandola contra la puerta, los ojos de la mujer se cristalizaron y trato de quitar la mano del hombre sin éxito

— no te atrevas a hablarme así de nuevo

"Las palabras tienen peso y las acciones destruyen"

Tú Y Solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora