Tú Y Solo Tú

Capitulo 31

Narra Oleg

Miércoles por la mañana, bueno, casi medio día y no ha dejado de llover desde anoche, no puedo evitar pensar en cosas malas con este clima, desde hace unos cuantos años.. odio la lluvia, miro a mi alrededor y veo a todos concentrados en sus libros

Se quedan leyendo hasta quemarse las pestañas como si les fuera a servir de algo, al final todos terminamos en un pozo lleno de tierra mientras los gusanos degustan nuestra carne e intestinos

Es aburrido pensar que solo estamos esperando el momento para que lleguemos a ese estado, solo somos un números en el mundo, no tiene sentido ni propósito nuestra existencia

Solo servimos para dañarnos unos a otros y destruir la naturaleza que la tierra nos ofrece, eso hace el humano

¿No es así?

Descubrir y destruir, armar y luego dejar caer... Miro a un costado mío y me tomo con una piel blanca de mejillas rosadas y cabello oscuro, levanta su vista y me mira con esos grandes ojos de venado

Solo tal vez por eso.. la existencia y la espera

No sean tan malas para mí ahora...

- ¿Oleg? - parpadee un par de veces, parece que lo saque de sus pensamientos - ¿Estás bien?

- si -cerre mi libro -

- ¿Estás seguro? - rasque mi cabeza- tienes casi 20 minutos mirando fijamente hacía afuera.. luego solo me miraste pero parece que algo te preocupa

- ¿Acoso me has observado toda la clase? Eso es algo acosador de tu parte

Las mejillas del pelinegro se tornaron rojas y negó muchas veces con la cabeza

- eso no.. eso no es así - cerré mi libro de golpe - yo solo.. no se solo lo noté déjame en paz yo no dije nada

El chico rubio incluso su cabeza hacía un lado como si fuera a hacer un gesto de sonrisa, sin embargo no lo hizo y en su lugar solo levanto las cejas

El timbre sonó y Oleg solo se levantó y tomo sus cosas, Gabrielle guardo todo loss rápido que pudo y salió corriendo detrás del rubio

Era difícil, Oleg daba un paso y Gabrielle daba tres, hasta era curiosa dicha escena

- Oleg espera -me puse frente a él - tenemos que ir a la enfermera de la escuela

- ¿Por qué? -lo mire- ¿acaso estás enfermo?

- si.. de hecho tengo un resfriado

- eso explica porque tú voz es más molesta de lo normal

- y también vamos a ir para que revisen tu brazo -lo mire- tienes ya casi media semana que veo que no lo mueves mucho.. tus moretones y los golpes de tu rostro ya casi no son visibles pero..

- no necesito que te preocupes por mi pequeña bolsa de pelo

- no pero.. yo quiero que estés bien.. ¿Que tal si está rota?

- no está rota.. y no voy a ir

El pelinegro frunció el seño y se cruzó de brazos

- bien.. no te obligaré a ir pero tampoco te regresaré tu libreta de dibujo

Oleg se freno en seco y se dio la vuelta lentamente mirando al chico, abrió su maletín y en efecto no encontró aquella libreta, se acercó a paso rápido hacía Gabrielle y este se llegó a los casilleros, sintió una mano estamparse a un lado de su cara en el casillero con fuerza

- devuelvela

Su voz sonaba más gruesa y ronca, le miro con seriedad de manera amenazante sin embargo no como si fuera a golpearlo si no como tratando de hacer que lo mirara, Gabrielle miro a todos lados menos al rostro de Oleg

Hizo una respiración profunda y finalmente lo miro

- no hasta que vengas conmigo

- no quiero hacerlo

- entonces no te la devuelvo

- entonces te la quito -le arrebate el maletín -

- busca lo que quieras.. pero no está ahí.. y si no me acompañas jamás sabrás dónde está

- te voy a matar pequeña pulga te lo juro - pase mis manos por mi cabello- está bien.. vamos a tu estúpida cita

El chico rubio tomo del brazo a Gabrielle y lo llevo a regañadientes por el pasillo entraron a la enfermería y la enfermera les miro, les ofreció asiento a ambos y empezó por revisar a Gabrielle

Le checo la temperatura para después revisar su garganta

- se ve bastante inflamada.. no se cómo es que puedes hablar - lo mire - ¿Cuántos días llevas así?

- casi todo el fin de semana - la mire - pero no era tan molesto hasta hoy que comenzó a doler

- ya veo.. te voy a dar algunas medicinas.. pero necesito que te las tomes -lo mire - ¿Tenemos un trato?

El pelinegro asintió ante las palabras de aquella mujer y ella se dirigido a Oleg para revisarlo

Tú
Y solo
Tú
†