La Estrategia de la Reina. #1

Cap 17: Peligrosa Visita

Después de la llamada de Rubí.

Verónica.

Al Rubí cortar la llamada con Lucas, trato de salir del auto pero mi compañero me detiene.

—¿Que carajos haces? —pregunta con los ojos abiertos.

Yo lo miro sin entender.

—Ir de vacaciones —digo con sarcasmo— Idiota, obviamente voy ayudar a Rubí mientras tú llamas a Killian.

Trato de salir de nuevo pero Lucas vuelve a poner el seguro.

—¡¿Estás demente?! Killian dijo que si había un problema debíamos llamarlo y esperarlo hasta que llegue.

Yo me río y ruedo los ojos.

—Que tierno, pensando que voy a hacerle caso —digo negando con la cabeza— Hasta que el coronel King llegue, Rubí ya podría haber muerto.

—No va a tardar tanto —dice Lucas mientras llama a Killian.

—Yo estoy a favor de ella —dice Vanessa asomándose entre los asientos.

Eso me saca una leve sonrisa a diferencia de Lucas que el la mira ofendido.

—Con que las chicas se unen —dice señalándonos— ¿Que es lo siguiente? ¿Me cambiarán por Elliot? —dice dramático.

Yo niego con la cabeza mientras veo que Lucas empieza a hablar con Killian cuando éste le responde.

Mientras esperaba, yo me preparaba para ir de incógnita en la fiesta.

De igual manera, Killian no estaba lejos, el y los demás están a unas 5 calles de aquí. Pero yo me ocuparía de entrar y tratar de retener a los guardias junto a Rubí.

—Nessa, linda, pásame las armas de atrás, por favor —digo mientras me doy los últimos toques.

Lucas me mira con reclamo.

—Killian dijo que no hagas ninguna estupidez, que él y los demás ya están llegando —dice como si me hubiera ganado en algo.

Yo me rio y lo miro con burla.

—¿Sabes qué? Ahora el tierno eres tú pensado que por qué Killian te usó a ti de buzón les haré caso —digo mientras me rio— Yo lo manejare, no me llamo Verónica Anderson por nada.

Saco rápidamente las esposas que tenía guardadas y en un movimiento rápido agarro la mano de Lucas y la dejo esposada en el manubrio del auto.

Claro, Lucas me mira totalmente indignado.

—¿Sabes qué, Ronie? —entrecierra los ojos— ¡Vete al carajo! ¡Traidora! —grita enojado— ¡No volveré a trabajar nunca contigo!

Ruedo los ojos y me vuelvo hacía Nessa.

—Aquí está la llave —le entrego las llaves del auto que iban acompañadas con una dorada— Libéralo cuando Killian llegue, que por lo que dijo el bebé de un metro, no se va a tardar tanto.

Ella asiente y yo me salgo del auto.

Muchas personas ya se habían ido del lugar, oía como los disparos seguían.

¿Que había sucedido? ¿Que provocó la pelea el desastre?

Las personas estaban saliendo apresuradamente del lugar y, al parecer, los de seguridad también. Perfecto, así sería mucho más fácil entrar.

Trato de no tropezar con la avalancha de invitados que salen corriendo, los esquivo a pesar de la cantidad que son. El salón por fuera se veía como si fuera un enorme teatro, no me quiero imaginar cómo será por dentro.