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-Annica Wilson -escuché como me llamaban.

-¿Sí? -miré por encima del computador.

Me encontraba cerrando las últimas ventas en línea, la tienda de mi madre era la más conocida en todo el país e incluso algunas famosas llegaron a comprar algunos de sus diseños. Al mirar a la persona lo primero que pude notar fue que no la había visto antes por aquí e incluso su acento era diferente.

-Soy Isabella Müller, soy realizadora audiovisual. Un gusto -estiro su mano y yo la tome amigablemente.

-Mi madre no me comento nada sobre alguna novia que quisiera algún video para su boda, pero ahora mismo le llamó -dije confundida buscando mi celular.

-No Annica. No vengo de parte de ninguna novia, vengo por ti. He viso tus fotos en la revista que tiene tu madre Elisa Wilson, y me encantó tu físico para el video de una banda -dijo tratando de hacerme entrar en razón.

Yo la mire entendiendo y le negué amablemente.

-Yo no soy modelo. Como lo mencionaste, solo le ayudo para modelar sus vestidos -dije apenada.

-Entiendo, no trato de incomodar. De igual manera, piénsalo eres perfecta para el video. Te dejo mi tarjeta en caso de que te decidas y yo vendré a buscarte -dijo amablemente dejándome una tarjeta blanca.

-Gracias a ti y créeme que lo haré -le respondí y ella salio de la tienda con una sonrisa.

Guarde la tarjeta en el mismo libro en donde tenia la afortunada invitación a la firma de autógrafos de la famosa banda.


Termine las ventas y apagué el computador, los trabajadores se habían ido ya y me quede a cerrar la boutique yo sola.
Cerré la puerta de cristal que se encontraba en la oficina, apague las luces y tomé mi bolso al igual que algunas revistas que mi madre había olvidado.

Al salir de la boutique de igual forma cerré con llave las puertas de cristal y después con dificultad empece a bajar la cortina para que la boutique quedara más protegida.

Termine dejando mi bolso en el piso y con todas mis fuerzas luchaba con la cortina.
Cruce mis brazos mirando desafiante a esta y trone mis dedos.

-Vas a ponerte ruda eh -susurré para mi misma e hice un último esfuerzo el cual termino lastimando mi uña haciéndome lloriquear.

-¿Necesitas ayuda? -escuché detrás de mí una voz masculina haciéndome sobresaltar.

Volteé a mirarle.
Era un chico alto, piel bronceada y rastas, llevaba con él ropa holgada, una fragancia muy hipnotizante y me dedico una sonrisa la cual hizo que el piercing que llevaba en su labio se moviera, sus ojos cafés claros me miraban interesadamente.

-Sé pone difícil -dije aceptando su ayuda. Note como con facilidad hacia que la cortina bajara hasta el piso y los seguros se activaron automáticamente. Me hizo sentir avergonzada.

-Seguramente -me miro coqueto e intenté ignorarlo.

Al caminar terminó por patear mi bolso haciendo que algunos libros salieran de este. Se disculpo y yo me agache a recoger estos.

-Qué idiota. En verdad lo siento -decía el chico de rastas avergonzado, le mire y sus mejillas estaban rosadas.

Termine mordiendo mi labio para aguantar la risa, si hubiese sido alguien más estaría molesta pero de alguna forma se le veía tierno ya que su vestimenta y apariencia eran distintas a su comportamiento.

-¿Conoces la banda? -dijo el chico sacándome de mis pensamientos.

Note como llevaba en sus manos la tarjeta que me dieron en la tienda de música hace dos días. Negué sin tomarle tanta importancia y nos pusimos de pie, al entregarme la tarjeta nuestros dedos rozaron haciendo que mi piel se pusiera de gallina lo cual fue extremadamente extraño.

-Bien, se hace tarde. Agradezco tu ayuda, sino pasaría toda la noche aquí. Cuídate -le dije despidiéndome amigablemente.

-¿Puedo llevarte? -dijo con confianza.

-¿No? Iré caminando, esta algo cerca y me gusta caminar -le dije. Y es que había que aceptar que era un Adonis pero de cierta forma era también un completo extraño.

Termino dedicándome una sonrisa y yo me despedí moviendo mi mano.

Nota
Espero les esté gustando, ya casi se viene lo bueno. Les quieroooo gracias por leerme. XOXO

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