| 𝖠𝗆𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖣𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌 | 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓

18

Al bajar al living, todos se encontraban ahí.
Nadie se sorprendió al vernos ya que como era costumbre, los rumores corrían rápido.

-¿Están bien? ¿Qué ocurrió con esas chicas? Leí un hilo en Instagram pero suena a farsa -dijo Liz mirándonos.

-Aventó un cigarrillo dentro del auto mientras Tom y yo estábamos dentro -dije tomando asiento.

-Las emociones fuertes no son buenas y menos ahora Anni -dijo Doris algo molesta fulminando a Tom.

-¿Desayunaron? -intente cambiar el tema.

-Encontramos helado derretido y algo de pasta, así que decidimos salir esta mañana lo sentimos -dijo Mika triste.

-Demonios la cena -miré a Tom el cual sonrió satisfecho era obvio que estaba encantadisimo de habernos saltado la cena.

-Logramos hacer que borraran todas las fotos del incidente con Anni, pero ahora están funando a Tom por agredir a esas chicas -dijo Gustav mirando la tv.

-Mientras dejen a Anni fuera de esto, esta todo bien -dijo Tom tomando asiento al lado de Bill.

-Si pero ahora, en la firma de autógrafos que tendremos próximamente harán millones de preguntas sobre eso -dijo Bill molesto.

-Solo se defendieron, no le veo algo malo además ella los agredió -dijo Liz.

-Prefiero ver la tv con Gustav -escuché a Eli.

Pasamos la mañana todos juntos hablando del nuevo disco que sacarían los chicos, el video y varios proyectos que tenían en mente.
Tom en ningún momento me dejó sola y cuando sus manos tocaban mi panza sentía una sensación extraña de ternura pero tristeza ya que el no se imaginaba nada de lo que estaba pasando realmente.

Pasaron dos semanas desde aquel acontecimiento con Tom y las fans. Al final todo se aclaro aunque hubieron muchas que apoyaron a las otras chicas.
No me había separado de Tom últimamente lo cual sabía que era algo peligroso ya que no tenía planeado aún decirle nada.

Nos encontrábamos a punto de grabar la primera parte del video de Automatic.
Daban los últimos retoques a mi maquillaje y seguido mi madre me ayudaría a ponerme el vestido.

Estaba nerviosa ya que mi cintura media 58 cm.
Pero hace dos días la medí en una de las consultas y eran 67, era muy obvio el cambio por más mínimo que fuese y mi madre lo iba a notar.

-Anni, levanta los brazos -ordenó mi madre y yo le hice caso.

Mordí el interior de mi mejilla, el vestido no cerraría.
Mi sorpresa fue que al subir el cierre y acomodar los pequeños broches lo hizo sin problema.

-Sabía que te quedaría bien ¿Están cómodos? -dijo sonriéndome.

-Mamá...

-No puedes engañar a tu madre Anni, quizá a ese chico sí. Lo note desde el primer día -dijo segura de si mientras acomodaba los últimos detalles.

-Estoy asustada y emocionada -le confesé.

-Tú padre y yo siempre vamos a apoyarte. Pero... deberías de decirle a Tom, es justo para los dos -me dijo mirándome.

-No quiero arruinar su carrera, menos ahora que esta en la cima -mis ojos se cristalizaron.

-Solo quiero lo mejor para ti y mi pequeño -toco mi panza y me abrazo.

Salió del vestidor y me miré por última vez. Aún no era tan notorio y lo agradecía bastante.
El velo llegaba hasta el suelo y el vestido tenía un diseño hermoso.
Al salir al lugar en donde estaban todos las miradas fueron hasta mi.

Pude ver la sonrisa de Tom.

-Toda una novia, sabía que estarías perfecta -dijo Isa sonriendo.