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Desde aquel acontecimiento con los paparazzis la noticia ya era muy viral y el hate en mis redes sociales era notorio así que desactive cualquier comentario en mis publicaciones.

Habían pasado dos meses y medio, estaba a punto de cumplir cuatro meses y en una semana sabría el sexo de mi bebé.
Las grabaciones estaban por terminar y agradecía que aún no se notase mi embarazo.
Hoy sería la última toma, la cual se trataría de Tom a punto de darme un beso para terminar abandonada en medio del desierto.

Estaba parada frente a los autos mientras las cámaras seguian mi rostro.
Al ver a Tom bajar del auto y caminar hacia mi vi a Isa haciéndome señas de que sonriera con alivio y eso hice.

Tom se acercó a mi tomando mi mano, y después pasó una de sus manos por mi nuca acercándome a un más a él.
Cerré mis ojos y sentí como se acercaba a mí oído.

—Te quiero Anni —susurro.

Sonreí mientras su nariz rozaba la mía, en ese momento escuché como Isa daba la orden y Tom soltaba mi mano. Abrí mis ojos y vi como se alejaba, me quedé plasmada y el subió otra vez al auto.
Sentí mi estómago dar vueltas, se había sentido tan real su abandono que mis ojos se cristalizaron mientras los autos pasaban a mi lado. Mire por última vez y mis rodillas tocaron el suelo mientras tapaba mi boca.

—¡CORTE! Por dios eso salio perfecto tenemos la toma perfecta —dijo Isa corriendo hasta mi.

Limpie mis lágrimas y todos creyeron que fue parte de la actuación pero me vi en todos los universos posibles siendo abandonada por Tom.

Los chicos comenzaron a celebrar y sentí como Tom me abrazaba por detrás.

—Al fin todo esto terminó, lastima que no podremos pasar todo el día juntos a menos de que tu lo quieras —dijo coqueto.

—Yo estaría encantada —sonreí abrazándolo.

Me encontraba en el vestidor quitando el maquillaje ya que por las luces lo retocaban muy seguidamente haciéndome sentir incomoda con tanto.

—¿Anni? —escuché a mi madre.

—¿Qué pasa? —le miré.

—Es tiempo de que le digas a Tom... —dijo tocando mi panza y sentí sus movimientos lo cual me hizo sonreír.

—Sé lo diré cuando sepa que es, ya tengo un regalo sorpresa espero le guste —mis ojos se cristalizaron.

—Confía en mi. Desde lejos se nota que te quiere y sé leer labios así que hoy lo demostró frente a todo el mundo ya que el video será muy viral —me guiño el ojo.

Me abrazo y salió dejándome sola en el vestidor, toque mi panza aun sintiendo sus movimientos. Mordí mi labio mirándome al espejo y después me puse el conjunto de pans otra vez para sentirme más cómoda.

—Anni, hoy no podré acompañarte a casa... Bill y los chicos quieren ir a celebrar —dijo Tom nervioso.

—Descuida, nos vemos después —le abrace y me beso la mejilla.

Habíamos llegado a un acuerdo de no demostrar tanto en público ya que no quería más insultos y no quería que el se molestara con sus fans.
Al subir a la camioneta de mi madre fuimos a cenar y después me dejo en mi departamento.

Todas las chicas estaban haciendo lo suyo, al llegar la primera en acercarse fue Liz a tocar mi panza y hablarle diciéndole que ella sería la mejor tía.

—Mira lo que le compre —corrió hasta su maletín.

Me acerque alegremente y saco unos calcetines y un juego de pañaleros de colores neutros al verlos hice un puchero y le miré con lágrimas en los ojos.

—Pero Liz... —me solté a llorar.

—No tienes que llorar, es para que te alegres —me abrazo y después apareció Mika con un kit para baño de recién nacido.

—Chicas por que me hacen esto —limpie mis lágrimas.

—Por mi lo gritaría al mundo entero solo que respeto tu privacidad —dijo Doris emocionada.

Las chicas me habían regalado ya muchísimas cosas las cuales guardábamos en unas de las habitaciones, había estado viendo incluso carreolas y cunas aunque preferiría hacerlo en físico pero seria un caos total si alguna fan me viese merodeando esos lugares.

No volví a ver a Tom desde aquel día de la última grabación.
Hoy sería mi consulta con la cual sabría si se trataba de una pequeña Anni o un pequeño Tom.

Me compre un auto el cual no usaba cuando salía con las chicas para evitar malos ratos, lo usaba solo cuando salía sola o me tocaban consultas.
Al llegar al consultorio la chica que estaba en recepción me saludo amablemente.

—Annica, ¿Cómo va ese bebé? Sigue oculto aún eh —dijo tiernamente.

—Sigue siendo secreto, aunque hoy será su último día —levante mis cejas emocionada.

—A la siguiente espero ver a su padre. Adelante, la doctora James te espera —sonrió y yo le devolví la sonrisa despidiéndome con mi mano.

Al entrar hice lo de rutina, me recosté, subí mi blusa y espere a la doctora.

—Bien veamos al o a la pequeñita —sonrió poniéndome el gel helado en la panza.

—Estoy emocionada, hoy veré a su padre y le diré —mordí mi labio.

La doctora me sonrió y apunto a la televisión en donde se veía mi pequeño.
Escuchar sus latidos me era tan emocionante y me llenaba de ternura, sus movimientos me hacían sentir la persona más orgullosa del mundo.

—Bien... Annica Wilson, tu bebé indica que es...

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