11

732 68 2
                                    

Al día siguiente desperté por la luz en mis ojos, me estiré y me levante a cerrarla. Al volver a la cama me di cuenta de que seguía desnuda y Tom estaba completamente dormido o algo así.

-Te lo agradezco -su voz sonó más ronca de lo habitual.

-¿Así? -dije nerviosa intentando tapar mi cuerpo con mis manos.

-Mis ojos no soportan mucha luz, incluso la luz del celular me hace daño. Ayer olvidé cerrarla -dijo mientras se recostaba en sus codos, su abdomen desnudo hasta las pistolas me hizo encender algo.

-Iré a darme una ducha -dije nerviosa mientras recogía mi ropa.

-¿Necesitas ayuda? -dijo coqueto y yo le arrojé sus boxers.

-En tus sueños Kaulitz -bromee y vi como se ponía de pie con las cobijas cubriendo su torso.

-Ven aquí -sentí como me envolvía con la cobija y me levantaba haciendo que mis piernas rodearan su cintura, y me llevaba hasta el ventanal haciendo que mi espalda tocara este -Como quisiera que no estuvieran estas cortinas para que el mundo viese que eres mía.

Cuando hablaba de esa forma no me sorprendía, de alguna manera imaginaba que era así por su apariencia tan angelical.
Me beso, pero a diferencia de ayer fue un beso dulce y largo, después deposito varios besos en mis mejillas.

-Tom -le dije dulcemente, a veces era tan tierno y otras tan caliente.

-Me gusta cuando haces eso -dijo y escondió su cara en mi cuello.

Terminamos duchandonos juntos, admito que en momentos me sentía nerviosa pero el sabía como hacer sentir a una mujer segura. Lavo mi cabello y después mi cuerpo entero, al yo querer hacerlo su mirada me ponía los pelos de punta, era tan oscura y llena de lujuria que termine de rodillas a sus pies...

Al terminar la caldente ducha. Tom opto por prestarme nuevamente su ropa, usando yo un pans que me quedaba enorme, mi top de la noche anterior y unas sandalias.

-Te ves tan hermosa -dijo dulcemente haciéndome reír ya que sus ojos brillaban. Esta vez llevaba una bandana morada y ropa negra.

-¡AUXILIO! -escuchamos un grito proveniente desde abajo.

Tom me miró y fue el primero en salir al darme la orden de que esperará. Fui detrás de él y desde la escalera pude ver a Mica con las manos en su cabeza y maquillaje corrido.

-Tengo una resaca horrible, auxilio -chilló y yo me eche a reír, aunque me sorprendi al escuchar otras risas detrás de mi.

Y ahí estaban todos, adormilados y los chicos sin playera. Liz, Eli y Doris tenían playeras que no eran las suyas.
Todos bajaron dejándonos solas en las escaleras, no dije nada y solo les di una mirada acusadora.

-Dije que la noche sería especial, pero nunca dije para quien -dijo Liz de muy buen humor lo cual me sorprendió.

Terminamos desayunando juntos y al fin habíamos tenido tiempo de escuchar a Mica contar su versión.

-Yo recuerdo que esa mañana desperté me había desvelado, así qué al entrar al grupo creí que se habían vuelto fan de la banda, o sea ustedes. Así que lo tomé a lo más normal, después vi que empezaron a hacer planes de ir a una discoteca lugares a los que nunca solemos ir y dije, quizá quieren que me distraiga ya que habían vendido el otro departamento. Espere hasta las 7:30 y al llegar a este hotel en donde nos veríamos en el living me encontré con Gustav y pues estábamos confundidos ya que yo estaba en el lugar de Tom. Pero, ya estábamos vestidos y teníamos planes así que nos fuimos a la discoteca.

-Casi nos matas del susto, pensábamos que te había pasado algo -dijo Liz rodando los ojos.

-Por suerte no -dije tranquila.

-Bien, bien... ¿Porqué ustedes se vieron? Es decir, ayer estaba algo ebria pero creí sentir una conexión con Bill, Tom y Anni -dijo Mica curiosa.

-Bueno, ya que la sorpresa era ayer... ya tenemos un departamento en donde vivir ¡Sorpresa! -hice un grito de emoción y Mica abrió sus ojos sorprendida.

-Debes estarme jodiendo -dijo emocionada y me abrazo.

-Jamás. Ayer hice una pequeña reunión para que lo conocieran, así que mandé mensaje al grupo con la dirección cuando nosotras estábamos arriba llego Tom. Yo lo conocía porque una vez me ayudó a bajar la cortina de la Boutique y a Bill fue el chico del que les conté que sería otra "perfecta amiga."

-Eres tan tierna -dijo Bill abrazandome y yo sonreí.

-¿Cómo sigue tu ceja cara bonita? -dijo Liz refiriéndose a Tom.

-Bien, mucho mejor... mucho mejor -dijo Tom mirándome coquetamente y yo mire hasta otro lugar nerviosa.

-¿Puedes explicarnos por qué tienes la ceja así? -dijo Doris curiosa.

-Un idiota intento tocar a Anni -dijo y todos me miraron.

-Bueno... espero no hubiese estado algún paparazzi cerca -dije intentando cambiar el tema.

-¿Estás bien? -dijo Liz.

-Claro, ahí estaba Tom para salvarme -dije sonriendo.

Note como las mejillas de Tom se tornaban rosas y agachaba la mirada. Bill me guiño el ojo emocionado.

Pasamos el día con los chicos, al llegar la noche, Tom me regreso a casa.

-Puedes conservar mis cosas -dijo refiriéndose al pans, la playera y la chamarra del día anterior.

-Tom... -dije negando.

-Así tendré otra excusa para verte -dijo guiñandome el ojo.

-No hacen falta las excusas -le miré coqueta y salí del auto, después escuché como venia tras de mí.

-Bonita noche Anni -me sostuvo de la cintura.

-Linda noche Tom -bese su mejilla y entre a casa.

Me di cuenta de que mis padres no estaban, así que subí a la que ya no sería mi habitación al entrar me miré al espejo, mi cabello estaba lacio y la ropa me iba bien, sonreí al recordar todo el día anterior y hoy...

Me estaba enamorando de Tom Kaulitz.

| 𝖠𝗆𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖣𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌 | 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora