| 𝖠𝗆𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖣𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌 | 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓

17

Al día siguiente desperté por las mismas nauseas, corrí hasta el baño y termine lavandome la cara e incluso busque ropa para tomar una ducha.

-Buenos días -el tono ronco de su voz me hizo sobresaltar.

Había olvidado que pase la noche con Tom.

-Tomaré una ducha -rogué al cielo porque no me hubiese escuchado vomitar.

-¿Quieres que te acompañé? -me guiño el ojo y yo sonreí rodando mis ojos.

Tome mis cosas y al entrar a la ducha lo vi por el reflejo de las puertas corredizas del baño.

-Así te dijera que no, siempre haces lo que quieres Kaulitz.

-Tú eres lo que quiero.

Volvió a besarme y esta vez pasó sus manos por mi trasero haciéndome sobresaltar un poco.

-Esto me trae tantos recuerdos -Dije coqueta entrando a la ducha mientras me deshacía de mi ropa.

Note como Tom pasaba saliva mientras apretaba su mandíbula. No me quitaba los ojos de encima, recorría mi cuerpo una y otra vez.

-A decir verdad solo hay algo que dijeron bien esas chicas... soy tuya -quite mi blusa y la deje caer lentamente al suelo. Sentí un escalofrío ya que estaba completamente desnuda, el agua comenzó a caer por mi cuerpo.

-Anni, puto infierno -su voz sonaba desesperada pero no se movía de su lugar.

-Kauliz, Kaulitz... el agua está tan caliente que podría...

Pase mi mano por todo mi cuerpo mientras cerraba mis ojos.
Desconocía esta parte de mi, me sentía tan hormonal.
Sentí como Tom me acorralaba con sus brazos en la pared y sus labios fueron hasta mi cuello.

Cerré mis ojos con fuerza al recordar todas las palabras de aquellas chicas. Si pudieran verme ahora...
Sonreí y note que Tom se había desnudado de igual forma.

-Tocate Ann... tocate para mí -sus labios fueron hasta mis pechos haciéndome gemir.

-¿Tocarme? -con mi mano lo aparte lentamente y su mirada era oscura, el agua resbalaba por su pecho y rostro -¿Cómo quisieras que me tocara Tom? ¿Cómo tu lo haces?

Mordí mi labio mientras pasaba mis manos por mi cuerpo otra vez.
Le guiñe el ojo mientras salía de la ducha, note como empezaba a seguirme.
Me sentía con el control por primera vez.

Al llegar a mi cama me tumbe y Tom se quedó parado frente a mí.
Las venas de sus manos se marcaban y no era lo único que estaba por estallar.
Metí dos de mis dedos a mi boca para después pasarlos por mi zona V.

-Podría hacerlo mil veces, pero nada se compara a cuando tu lo haces Tom -dije mordiendo mi labio y sonriendo.

Cerro fuertemente sus ojos mientras tocaba su gran ereccion.

-Hazlo tu Tom. Hazlo -le rogué y fueron segundos los que pasaron para que se pusiera encima de mí.

-Eres jodidamente la mujer que deseaba -se introducio en mi haciéndome casi gritar.

Su cuerpo estaba caliente, tomó mis caderas y con fuerza comenzó con embestidas mientras echaba su cabeza hacia atrás.
Acomodo mis piernas de modo que abrazaron su cintura y su cuerpo quedó completamente pegado al mío.

Los dos llegamos al clímax y terminó acostado a mi lado. Nuestras respiraciones eran agitadas, me recosté en su pecho para después mirarle.

Era increíble como su semblante cambiaba, su mirada era ahora iluminada, con un brillo especial.

-Te quiero Anni -logro decir.