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Me encontraba cenando con mis padres los cuales no dejaban de hablar sobre los riesgos que tenía ahora WhatsApp. Yo solo estaba con la mente en que tenia que mandarle mensaje a las chicas pero mi celular por ahora no podía utilizarlo.

-Estuvo deliciosa la cena -dije poniéndome de pie.

-Descansa linda -dijo mi padre y me acerque para despedirme.

-Mañana tienes el día libre, Ana me ayudará con las ventas en línea así que no tienes de que preocuparte -dijo mi madre y me despedí de igual modo.

Subí las escaleras y los observe por última vez.
Su relación me encantaba, desde que recuerdo nunca discutieron en frente de mi y les agradecía eso. Note como caminaban hasta el sofá y encendían el televisor, noche de películas.
Sonreí para mi misma, nunca había tenido una relación estable, conocía a chicos si pero, haber tenido a mi primer y verdadero amor nunca.

Cerré la puerta de mi habitación con seguro y me aventé a la cama en donde había dejado mi computador, estaba abierta la página de Google y recordé a la famosa banda, comencé a teclear y entro un mensaje de WhatsApp.

Amores Dorados
10 mensajes no leídos

Annica- Buenas noches chicos

Leí el mensaje y maldije el autocorrector de la computadora.

Liz- Hola, ¿Te afecto en algo el hackeo de WhatsApp? Estuviste ausente.

Mica- Tremenda mierda.

Eli- Amm... ¿Eso creo? ¿Sucede algo?

También me sorprendió el mensaje de Mica pero quizá se encontraba de malhumor, malhumor que yo con mi excelente noticia iba a desaparecer.

Annica- Necesito verles mañana, ¿Pueden? Será en la avenida principal, edificio 4 al lado de la librería.

Mica: Que pereza, descansen hasta mañana.

Doris- Creo que alguien amaneció con el pie izquierdo.

Liz- Tal vez le afecto mucho lo de la App.

Annica- Extraño... en fin, les veo mañana, descansen amores <3

Apagué el computador y fui a darme una ducha relajante.

Al día siguiente me encontraba dando los últimos toques a mi cabello, me había decidido por llevar una coleta alta y me decidí por unos pantalones holgados, top negro y Nike blancas.

Tome mi bolso dándole un último vistazo a mi habitación, hoy sería quizá la última noche que pasaría aquí.

Decidí irme caminando como todos los días, hoy había un poco de sol pero el aire seguía siendo frío, aborreci no haber traído algún suéter.

-Va a darte una pulmonía carajo -dijo Doris al mirarme.

Les sonreí coqueta y les mostré mi outfit y ellas me sonrieron halagandome, estábamos afuera del edificio pero faltaba Mica lo cual era extraño ya que era la más puntual del grupo.

-Quizá ha tenido una mala semana, ya sabes manejar su negocio no es tan fácil -dijo Eli.

-Eso creo -levante mis hombros confundida. Mire por última vez mi Iphone y faltaban 10 a las 7 de la tarde.

-Bien Anni, no quise decir mucho por el grupo por "seguridad." Pero no creo que nos hayas citado a leer libros ¿Cierto? -dijo Liz emocionada.

-Paciencia, paciencia... el plan era que Mica estuviera presente pero, en fin. Les traje esto, quizá arruine sus peinados pero es parte de la sorpresa -dije sacando unos listones.

Ellas se miraron entre sí confundidas y empecé a ponérselos encima de sus ojos haciendo un pequeño moño en la nuca evitando así que viesen.
Hice que se tomarán de las manos y yo las empecé a guiar dentro del edificio, las personas me miraban confundidas.

-Auxilio, una sexy pelinegra secuestra a tres sexys chicas -dijo Doris y todas soltamos una carcajada.

-Y yo estoy dispuesta a ser secuestrada -dijo Eli bromeando.

-Guarden silencio todos nos miran -dije nerviosa.

Al subir al elevador las mire a todas, no era necesario mirar sus ojos se les notaba la confusión por todos lados.
Al llegar al piso 6 las puertas se abrieron.
S

onreí al ver un enorme arreglo floral en la mesa principal, las dejé en la entrada y camine hasta el tomando la pequeña nota.

"Felicidades chicas. Esto no es un final, es un nuevo comienzo. Como padre de la pequeña Anni, estoy orgulloso de ustedes mis hijas adoptivas."

No pude evitar contener dos pequeñas lágrimas al reconocer la letra de mi padre. Estaba muy contenta.

-Bien, ahora si me estoy asustando es mucho silencio -dijo Doris.

-Bien, bien... a la cuenta de... ¡Tres! -grite y todas quitaron los listones de sus ojos y abrieron su boca con sorpresa.

Note como todas comenzaban a caminar por todos lados observando los alrededores del departamento, yo me encontraba mirándolas emocionadas ¿les abría gustado?

-Pero anni, es perfecto. Mica estará contenta al fin -dijo Liz corriendo a abrazarme.

-Es perfecto, ven aquí enana -dijo Eli abrazándome igual y después se unió Doris.

Terminamos en un tierno abrazo hasta que la puerta principal se abrió, todas volteamos emocionadas pero la sorpresa fue para nosotras.

-¿Qué carajo?...

| 𝖠𝗆𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖣𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌 | 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora