-Anni... -escuché como Tom me llamaba.
-¿Sucede algo? -Le miré.
-¿Porqué actúas como si jamás me hubieses visto? Mis mensajes no los contestas ¿Hice algo malo? -su voz sonaba desconfiada.
Guarde silencio bajando mi mirada, las noticias de aquellas tantas chicas pasaron por mi mente.
-Solo... he estado ocupada Tom.
-¿Ocupada? Anni a quien engañas, las chicas han ido con la banda estas últimas semanas y al preguntar por ti siempre estas en tu habitación dormida, veo tu instagram todos los días y veo tus historias. Estas evitándome.
-¿Evitarte, de que hablas?
-Anni, solo dime que cambio esa noche que te deje en tu casa ¿Por qué decidiste sacarme así de tu vida?
-No te he sacado de mi vida -aún.
-Anni, dime ¿Qué está sucediendo? -se acercó a mi y sentí mi piel de gallina.
-No sucede nada Tom, a veces las personas tienen malos días... tu sabes bien de eso ¿No? -le miré.
-Fui un idiota con las pastillas si es a lo que te refieres.
-Piensa en la banda Tom.
-La banda...
-Kaulitz, vamonos -escuchamos a Isa llamarle.
-Pasaré por ti esta noche, a las 8 tienes que estar lista -dijo decidido y sin decir otra cosa salio de la oficina.
Me senté cuidadosamente en el sofá que decoraba la oficina, solté un suspiro de frustración.
-¿Annie? ¿Pasa algo? -escuché a mi madre.
-¿Madre? -le miré confundida.
-Te note tensa. ¿Está todo bien con esa banda? ¿El chico?
-Solo estoy cansada mamá.
Me sonrió con algo de nostalgia en su rostro. Termino dándome el día y decidí ir a una librería, por un café y sentarme en un pequeño parque a disfrutar del día.
-¿Annica Wilson?
Levante la vista y eran dos chicas rubias las cuales me miraban como si se tratara de algún insecto mi existencia.
-¿Les conozco? -respondí amablemente.
-Tú eres la novia de Tom Kaulitz ¿Verdad? -dijo una de ellas retandome con la mirada.
-Están confundidas. Yo no tengo novio, no salgo con nadie.
-Eres una mentirosa. ¡Encontramos a la novia de Tom!
Grito la otra rubia. Frunci el ceño confundida y de pronto sentí como me tiraban encima un balde de agua fría haciendo que mi ropa, cabello y libro se mojaran, las chicas empezaron a reír y al levantarme de la banca en donde estaba un grupo de chicas estaba detrás de mi incluyendo a la que hizo tan mala broma.
-Tom jamás será tuyo. El nos pertenece a nosotras sus fans -contestó una castaña.
-Son unas pesadas, infantiles -sentí mis ojos llenarse de lágrimas.
Al estar recogiendo mi libro y bolso sentí como algo golpeaba mi brazo fuertemente, al mirar un jitomate golpeó el piso.
-¿Qué les pasa? -grite molesta y ellas rieron.
-Solo eres un pasatiempo para él. Tonta, jamás se fijaría en alguien como tú, te ves patética -estallaron en risas.
-Infantiles -logré decir.
Sentí nuevamente como una de las chicas me tiraba algo encima ¿Brillantina?
Les miré y ellas estaban riendo a carcajadas, mis ojos no dejaban de crear lágrimas y me di vuelta para salir de ahí.
Un frío recorrió todo mi cuerpo, sabía que esto era todo un show. Las personas me miraban confundidas. Caminaba rápidamente por las calles tratando de ignorar los susurros solo quería estar segura.-Puedes mover el cartel más a la derecha para que quede en el centro.
Mika se encontraba fuera de su Boutique de ropa dando órdenes a unos chicos, me quedé paralizada al verla, ella me miró y su expresión tranquila cambió a una de pánico.
-Mi amor, Anni. -corrió hasta a mí y no pude no estallar en sollozos.
-Estoy cansada de los Kaulitz. No quiero saber nada de ellos -lloraba inconsolablemente en sus brazos.
-Estás empapada. Entra buscaré algo, o enfermaras y eso sería malo para el bebé -me llevo adentro.
Termine por ponerme un conjunto de pans azul cielo de su marca de ropa, seco mi cabello con una playera básica y tratamos de quitar la brillantina que tenia en mi cuello, al estar más tranquila me encontraba en su oficina semiacostada en su sofá con una pequeña manta.
-¿Qué ha pasado? ¿Porqué llegaste así? ¿Porqué mencionaste a los Kaulitz? -dijo entregandome una taza de chocolate caliente.
-Todo fue horrible. Estaba en una banca en el parque y unas chicas llegaron a insultarme y se burlaron de mi, eran sus fans -mis ojos nuevamente tenían lágrimas.
-Mi pequeña...
Mika volvió a abrazarme. Y llegamos al acuerdo de que no cerraría su Boutique por mi, sino que pediría un taxi para no pescar un resfriado caminando hasta el departamento.
Miraba hasta la ventana ya que iba en el centro del asiento, no quería que algún paparazzi me viese, no ahora.
Al entrar al departamento estaba vacío y no pude contenerme más echándome a llorar otra vez.-Estoy muy cansada y esto apenas comienza.
Toque mi estómago con lagrimas en mis ojos y mis piernas llegaron hasta el piso de la entrada sentándome sobre mis rodillas.
-Las azules Bill. Eran buenas, aunque... Annica ¿Qué sucede? -escuché a Eli y sólo traté de cubrirme.
-Cuelga, cuelga -dije entre sollozos.
-Bill... no, no pasa nada. Ella está bien solo... te llamo después -dijo Eli apresurada para después dejar su teléfono en la mesita.
-Llévame a mi habitación -le supliqué y ella asintió tomándome delicadamente del brazo.
Al llegar, Eli me ayudó a tomar una ducha poniéndome agua caliente en la tina y jabón. Me ayudó a desvestirme y cuando quede en ropa interior se dio la vuelta para yo quedar desnuda y entrar para mojar todo mi cuerpo aunque esta vez con agua caliente.
-¿Qué te ha pasado linda? Te ves...
-Horrible.
Las lágrimas otra vez.
-Los Kaulitz, es eso. Ellos son mi problema.

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| 𝖠𝗆𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖣𝗈𝗋𝖺𝖽𝗈𝗌 | 𝖳𝗈𝗆 𝖪𝖺𝗎𝗅𝗂𝗍𝗓
أدب الهواة"Jamás dejaré que nadie te haga daño."-recordé mientras abordaba el avión hasta París, lejos de todos... lejos de él.