Harry no estaba muy seguro de cómo había comenzado eso. Bueno, pensándolo bien, sabía cómo había comenzado, sólo que no estaba seguro porqué había continuado o qué se había posesionado de sus compañeros para permitir que continuara.
El sexto año había empezado lento para Harry, y continuó su marcha aún con más lentitud. Todos estaban nerviosos y tensos debido a la guerra que se gestaba inevitable y cada vez más y más cerca. Voldemort no había salido a la superficie desde el incidente sucedido antes de las vacaciones de verano, ni siquiera en los sueños de Harry o a través de su cicatriz. Y como algo inesperado, ninguno de los Mortífagos capturados había escapado de Azkaban.
El mismo Harry había estado malhumorado desde su regreso a Hogwarts, lo cual era comprensible. La muerte de Sirius lo había golpeado duro, aún cuando sólo lo había conocido por un par de años. Había sido lo más cercano a una figura paterna que hubiera tenido nunca. El único otro mago que podía haber puesto en esa posición sería a Dumbledore, pero el sentimiento de traición que había sentido Harry al separarse de él el año anterior, difícilmente lo ayudaba a superar su sensación de pérdida.
De hecho, eso le había dado a Hermione la idea de dar la fiesta de las Casas Combinadas. Después de que Gryffindor había apabullado a Ravenclaw en el quidditch, con Harry como Buscador de nueva cuenta, la fiesta que habían hecho en Gryffindor había dejado a todos considerablemente relajados y contentos. Entonces, Hermione concluyó que una gran fiesta de alumnos de sexto grado ayudaría a cualquiera a relajarse.
Lo que había comenzado como una fiesta dónde todos estaban invitados (mientras fueran de Gryffindor, Ravenclaw o Hufflepuff) llegó pronto a los oídos de los Slytherins. Nadie dijo nada en contra, sólo porque se suponía que era una fiesta de Casas Combinadas, pero el desagrado era más que evidente.
Malfoy, encabezando al resto de su Casa, sólo respondió a eso con una sonrisa autosuficiente.
Draco había sentido el efecto de los eventos del verano anterior tan fuertemente como cualquier otro, si no es que más. Su mundo entero casi se había desboronado por debajo de sus pies. Por primera vez en su vida, el apellido Malfoy era despreciado abiertamente; y nunca había pasado tanto tiempo lejos de su padre mientras estaba en casa. Sus sentimientos hacia todo ese asunto de la Luz y la Oscuridad no habían cambiado mucho. Seguía despreciando a los hijos de muggles y no estaba por recibirlos con los brazos abiertos; pero al mismo tiempo, empezaba a albergar un amargo resentimiento contra Voldemort, con una pasión sólo rivalizada por su aversión hacia Potter. Y todo porque el estúpido de Voldemort no había hecho nada ante la situación de su padre en prisión. Durante el verano, por lo menos las dos primeras semanas, Draco había esperado un intento de liberarlo. Y cuando no ocurrió, ni tampoco llegaron señales de que fuera a pasar más adelante, se había sentido impactado, herido y confundido.
Su madre no se estaba ocupando de nada mucho mejor de lo que Draco lo hacía. Aunque era su madre, su instinto maternal dejaba mucho que desear, y no ayudaba que los últimos cinco años Draco había pasado más tiempo fuera de casa que en ella. Su relación se había vuelto insulsa hasta la desesperación, y Narcissa había pasado la mayor parte del verano encerrada en su habitación, o vagando entre cenas y reuniones en un intento de sacar el apellido Malfoy del fango al que había caído.
A pesar de su confusión, las acciones de Draco con respecto a Potter y sus dos compinches no habían cambiado mucho. Las cosas habían continuado del mismo talante del cual habían sido los años anteriores, quizá aún volviéndose más intensas cuando los chicos descubrieron que pelear a puño limpio podía tener sus ventajas. Ver un rostro sangrante y tener la evidencia real de que estaban destruyendo algo, sólo añadía más leña al fuego.
Y cuando Draco escuchó de la fiesta de las Casas Combinadas, no estaba dispuesto a dejarla pasar.
Poco tiempo después de que los Slytherins habían llegado, trayendo con ellos comentarios sobre lo aburrida que estaba la fiesta, las cosas empezaron a mejorar un poco.
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STARTS WITH A SPIN (traducción de Perla Negra)
FanfictionTodo comenzó con el giro de una botella; y ahora, Harry y Draco se han sumergido tanto en su propio juego, que no hay ninguna manera de salir de él. Excepto seguir jugando. Historia de Maxxine transcurrida en el sexto año traducida por Perlita Negra...