Capítulo dos.

195 20 8
                                    

 
 
┈┈┈┈․° ☣ °․┈┈┈┈

 

〔¿Por qué tú dolor también debe ser el mío?〕
 
 
 
Las palabras del pelirrojo no habrían podido ser más acertadas, eso no era ni la mitad de lo que Axl haría en todo ese transcurso de año restante.

— Déjame ir, por favor Axl, prometo que no te volveré a interrumpir.. — El ojiazul lo miró adolorido.

El colorín deslizó su mirada hacia los belfos ajenos, desechando la opción de callarlo de esa forma, no era el tiempo ni el lugar correcto.

— Detesto tu sumisión, me hace enojar, ¿no ves que comportándote así solo harás que empeore mi actitud? — Axl arrastró las palabras en un gesto de anhelo, después lo atrajo hacia si. — Vas a ser mi perra. ¿Te quedó claro Cobain?

El rubio tembló en su lugar, no entendía a que se refería con eso pero no se veía como algo bueno, así que lo miró con duda.

— ¿A qué te refieres? — Kurt preguntó con timidez.

— Me refiero a que desde ahora eres exclusivamente mi puta, además, me harás las tareas y yo haré lo que se me plazca contigo, ¿lo captas pingajo? — Bufó con burla, después alzó su mentón mirándolo de forma fija, deseaba besarlo, pero debía retener su anhelo, aprovecharía esa oportunidad para enamorarlo.

— Pero, ¿tú no eras hetero?.. — El ojiazul lo miró con sorpresa, las palabras de colorín lo desconcertaban. Tanta cercanía le impedía pensar con claridad.

— Bisexual para tu información. — El pelirrojo se mofó y lo soltó, después se encaminó hacia la salida del aula.

꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚
 
 

Cuando llegó a su “hogar”, si es que así se le podía llamar. Su cabeza solo parecía funcionar para pensar en una cosa. En la situación tan peculiar que había mantenido con Kurt momentos atrás. El pelirrojo había estado a escasos milímetros de besarlo. Así que sin duda alguna agradecía su enorme fortaleza mental.

Venía pensado en como aclararía su encuentro con la castaña, y es que el rubio podría soltar lo que había presenciado y en tal caso, de hacerlo. Lo mataría.

Sin más preámbulos, se preparó su cena. Su padre no estaba en casa y su madre estaba bebiendo otra vez, ya era exactamente la decimonovena vez que le quitaba una botella de su poder y se estaba cansando de la misma situación de siempre. Su padrastro era un tremendo imbécil y acabaría perdiendo a la gran mujer que tenía por esposa.

Rose tampoco podía juzgarle por sus acciones. Él también había cometido estupideces por desamor y solo deseaba volver a verla sonreír. Así que pensando en ello, le marcó a uno de sus mejores amigos, Duff.

— Oye tío, ¿te acuerdas que me comentaste algo sobre tu madre y que te había pasado unos números de contacto de algunos tipos solteros codiciados en caso de emergencia?..Pues, necesito que me hagas un favor, necesito hacerle una cita a ciegas a mi madre, estoy harto de verla sufrir por ese bastardo que tengo por padrastro. — El colorín suspiró.

Escuchó un resoplido de la otra parte de la línea, luego una pequeña risotada.

— Tío te lo repetí cientos de veces y por fin pareces entrar en razón, tu madre merece conocer a alguien mejor que a ese bastardo y tengo el número indicado, mi madre dijo que se trataba de un hombre guapo, amable y un poco estricto, pero que como tenía un hijo mayor no era su tipo, aunque me recalcó que no estaba para nada mal con la edad que tiene, aparenta menos y bueno, te lo pasaré y ya me dices que tal, tal vez podríamos organizar una cena para que así se conozcan. — El rubio sugirió pensativo.

ೄྀ𝐌𝐈𝐒𝐄𝐑𝐘⊹܀ | 𝑲𝒖𝒓𝒕𝑨𝒙𝒍.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora