En Casa Santa

Ira

La ira:sentimiento de odio o venganza, qué hiere tanto física como emocionalmente a la persona expuesta a tal sentimiento.

Se encuentra en cada persona, esperando el momento para salir y alimentarse del odio que abunda en el mundo, llenarse de poder dejando de lado el auto control, acabando con cualquier tipo de empatia, vive de odio y se alimenta de pecado.

El sudor frío recorría mi cuerpo, estaba agotada, mi alrededor estaba destruido, los muebles caídos vidrios rotos, ropa tirada por todo el piso, lo único en pie era yo, que esperaba ansiosa el momento en el que el teléfono sonará, aún cuando era consciente de que era prácticamente basura, estaba destruido por mi culpa

—luz noceda. —mamá entró, no parecía sorprendida sus cejas se juntaban en una mueca de disgusto, de decepción—¿puedes explicarme que significa esto? —

—nada. —no quería que mi voz sonara amargada, sin embargo, era lo único que salía de mi cuerpo, amargura, rabia odio

Golpeó el suelo con su bastón, intentando hacerme fijar mi vista en ella, era imposible, mi mirada estaba concentrada en la nada que con su silencio arrullante calmaba mi cuerpo

—luz, mírame—Negué, mamá suspiró con mucho cuidado se sentó en mi cama frente a mi—si no me dices que sucede madre superiora se enterara y va a encargarse de eso luz ¿estás consciente? No podré entrometerme, sabes muy bien porque—

Sin dejar de ver fijamente ahora a mi madre que se atravesaba a la nada, pregunté. —¿tienes un teléfono? Te lo contaré todo cuando haga una llamada—

Mamá sonrió se paro de cama y posó su mano frente a mí, caminé con su mano en la mía como cual niño pequeño caminando con su madre, masajeaba suavemente con su pulgar, y apesar de mi altura me hacía sentir pequeña.

Entramos a su oficina, Tomo el teléfono y me lo paso sin hablar, sin ninguna acción contundente qué me hiciera leerla, marque los números en el tablero, y la línea sono, y durante esos tres toques de la línea fui consciente, mis nudillo dolían , mis pies querían ceder, la garganta me ardía con desesperación, sentía mis pulmones inflarse y desinflarse rápidamente, sentí incluso las gotas de sudor recorriendo mi cuerpo, bajando lentamente, abandonando mi cuerpo, huyendo de mi

—¿hola?—dijo la linea

—hola hunter, mi teléfono esta descompuesto, necesito respuestas. —

Solo lo escuche suspirar—¿estás calmada luz? —no hablé, solo volví a perder mi mirada, en la seducción de la nada y funcionaba deje mi cuerpo estático y mis sentidos alerta, después de unos segundos hunter habló—mira, luz no quiero que otro teléfono sea "descompuesto" por ti, ni que lastimes a otra persona, como lo has hecho con Matt, o como lo hiciste con amity, así que necesito de tu parte—

—estoy calmada hunter. —susurré, fue lo suficientemente audible para que el carraspeara

—bien, antes que nada, no le dije nada a willow sobre lo que tienes con amity, ella lo sospechaba, y sabes como es, es osada luz, no podía quedarse con la duda, la nota la envío con Matt, como lo hizo lo amenazó le dijo que si no lo hacía tu lo golpearias, tienes a ese niño aterrado, tiembla hacia tu imagen, después de eso, solo tuvo que esperar—

Apreté el teléfono —¿esperar que? —

—esperar a que tu demonio interior saliera, a que gritaras, a que todo mundo fuera alcanzado por tu ira, yo no tuve que alzar mi voz, amity no tuvo que confesarse, tu le diste la confirmación con solo lanzarte a gritarlas. Esto no me lo contó ella, al menos de hasta que supo que no estabas en el internado, lo supe porque en la nota, la letra no era de matt, era de willow por eso deje ir a ese chico que solo era un peón en el juego, después de eso, créeme luz no le quedo dudas a willow de lo tuyo con amity, y con lo que paso en la noche menos. —