La semana se me ha hecho eterna y mira que el miércoles fui a casa de Jacob. Quería hablar con Judith y decirle que lo del sábado era una mala idea, no quiero hacerle daño, pero Jacob me tuvo vigilado todo el tiempo y sólo pude hablar con ella para decirle adiós. Se la veía triste. Quería consolarla, estrecharla entre mis brazos y hablar del tema que la hacía estar así. Quizás fuera yo, la que la hacia estar así. Quizá piensa que soy un cretino para pedirle para salir el sábado y luego no hablar con ella, si es así me sabe muy mal.
Pero por fin es sábado. Tengo órdenes estrictas sobre cómo me tengo que comportar, es mi última oportunidad para conseguirla, que le tengo que decir, y como tiene que ir todo. No puedo cometer ningún error o todo habrá sido en vano y me harán fuera de casa.
Estoy teniendo un dilema, y eso sólo les pasa a las chicas, no sé si ponerme la ropa normal, unos pantalones negros, una camiseta negra y las botas negras o cambiar un poco para no parecer tan serio. Al final, cuando ya son las cinco y media, me decanto por las botas marrones, los vaqueros y una camiseta negra. Bajo el piso de abajo donde me espera Cas.
- Adam no hacía falta ir tan elegante. Por mucha ropa bonita que lleves, cuando ya le hayas contado todo, te mirará como eres de verdad, no como un pijo amable y buena persona.- Cas se ríe y me dice- Si incluso te has peinado.- Para de reir y me dice severament- No la cagues porque es la segunda y espero que última oportunitat.- Después risueño me termina diciendo ¡Buena suerte!
Prefiero ir en moto porque vive en Montbui y porque así vamos donde vamos me tendrá que agarrar. Saco las llaves de la moto y cojo dos cascos. Me coloco uno y subo a la moto con dificultades, ya que este pantalón no es tan elástico como los negros.
A las seis en punto ya estoy en la puerta, pero antes de llamar ya la tengo delante. ¡Va preciosa! Lleva un vestido que le llega sobre las rodillas. Es del mismo color que los zapatos. Ambas cosas son de color azul y le contrasta mucho con su piel blanca. Parece que se haya puesto pintalabios, pero me fijo mejor y veo que es su color natural. Se ha hecho una raya fina en la parte de abajo de los párpados y se ha rosado un poco las mejillas. En las manos lleva una mochila pequeña de Kipling donde estoy seguro que guarda cosas esenciales para las chicas. Me mira a los ojos y luego me analitza con la mirada. Parece que se me coma con los ojos. Me encanta cuando lo hace. El primer día que me vio hizo lo mismo. Al cabo de unos segundos vuelve a subir la mirada de los zapatos a mi cara y sonríe.
- ¿Dónde vamos? -Dice.
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Angeles, demonios y yo (TERMINADA)
Misterio / SuspensoÉl o él. Empiezo cuarto de la ESO y conozco a dos chicos muy diferente.El oscuro pasado de uno contrasta con la preciosa vida del otro. Aún así los dos guardan secreto cerrados con llave en sus corazones y un mismo objetivo:yo. ¿Qué porqué yo? No l...