CAPÍTULO 13. ÉL, NICO

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Cuando la he visto aparecer por la calle, llevaba las alas de ángel en la espalda. Va preciosa con este vestido. Un chico a su lado la cogía de la mano y todas las amigas de Judith reían y cuchicheaban. ¡Que pavas y pesadas! No las soporto. Lo peor es que el chico que va con ella es Adam. Me lo he quedado mirando mientras se acercaba. Cuando se ha dado cuenta de que yo también estaba, la escena ha sido cómica: él muy tenso y yo riendo plácidamente. Pero la broma ha pasado y ahora estamos jugando a un juego muy estúpido que ha dicho una de las amigas estúpidas de Judith. No entiendo porque me tiene que tocar a mí pasar por todo esto. Sus amigas no paran de ligar conmigo (o eso intentan) y yo tengo que sonreír y decir alguna tontería. Miro el reloj y todavía son las once. ¿Tengo que pasar media hora jugando a esta mierda? NO, no lo aguanto más, esto es insoportable!!!! Saco el móvil y me levanto.

- Eh Nico, no puedes marchar ahora, viene la mejor parte.- Y Luz me guiña el ojo. ¿Pero qué se cree? No estoy para tonterías.- Mira ahora te toca a tí.- Y me señala su móvil. Llevamos tres cuartos de hora jugando con una aplicación del móvil de la Luz en que haces girar una botella y puedes elegir entre verdad y atrevimiento. Si eliges verdad tienes que confesar cosas como: ¿Eres virgen? ¿Te gustan más los besos con lengua o sin? Y si eliges atrevimiento tienes que hacer la prueba que pone en el móvil. Laura ha tenido que coger las braguitas de la Queralt y morderlas, mientras que Sara, que se sienta junto a Adam, le ha tocado hacerle un beso justo encima de los calzoncillos. A Judith no parece que le divierta mucho este juego y Adam se pone rojo cada vez que le toca.

- Lo siento Luz, es que tengo que hacer una llamada IMPORTANTE.- Y le sonrío tan bien como puedo. Ella me devuelve la sonrisa y me dice que no tarde mucho. Si está así sin beber, no se si la podré aguantar cuando se haya tomado más de una copa. Si la pobre chica supiese todo lo que pienso de ella no se reiría tanto, no.

Camino unos cuanto metros de donde están jugando y marco el número del Padre. Tarde pocos segundos en contestar.

- Buenas noches, Nico. ¿Cómo te va? - Pregunta con una voz dulce. Este hombre me toca el higo.

- ¿Cómo cree usted que estoy? - Pregunto yo retóricamente.

- Nico, así no podrás alcanzar tu objetivo. Tienes que tener una mente positiva y ser feliz. Y ahora vamos al caso. La tienes controlada? - Dice ahora ya más severamente.

- Si, dentro de lo que cabe si.- Santa paciencia no me abandones.- Estoy haciendo todo lo que está en mi mano para alejarla de él.

- De acuerdo hijo mío, de acuerdo.- Este hombre no podría ser más odioso. No sé que es peor: si estar con aquellas pavas, fleumas y desesperadas que lo único que quieren es un chico para probarlo, o estar hablando con el padre. Creo que prefiero la primera opción.

-Padre, debería ir cortando, no sea que Adam hiciera alguna tontería y pasara algo. Ya te llamaré más tarde.- Digo con la máxima paciencia que un hombre es capaz de aguantar.

- De acuerdo hijo mío, por eso no te preocupes. Llama cuando puedas y si no puedes que los ángeles te acompañen en tu tarea de readmisión.- Cuando dice este última palabra cuelgo el teléfono y vuelvo al círculo. Esta vez me siento junto a Judith y noto como ella le suben los colores y Adam se pone en posición atacante.

- A quién le toca ahora? - Pregunto simpáticamente. Quiero que las amigas de Judith me apreciaba y le digan a Judith que soy un chico muy guapo. Todas cinco se ponen rojas y señalan a Adam.

- Va, Adam, verdad o atrevimiento? - Digo yo riendo.

- Atrevimento.- musita él.

Luz toca el cuadradito donde pone atrevimiento y sale la mejor prueba hasta ahora: hacer un beso a la persona de tu derecha. Judith inclina la cabeza y se pone roja. Creo que esto será aún más divertido de lo que pensaba. A la derecha del Adam esta Sara y de cara es mona, pero se nota muchísimo que a Adam le gusta Judith.

- Eh, deberíamos ir tirando.- Dice Judith intentando sonar serena.

- Es verdad.- Contesto yo. Por muchas ganas que tenga de que Adam le haga un beso a Sara delante de mí, quiero caerle bien a Judith.

- Vale pues.- Dice Adam. Se levanta, le ofrece la mano a Judith, pero Judith la rechaza.

- Gracias, pero me se levantarme sola.- Dice secamente Judith.

- Judith, a Queralt, a Laura y a mí nos vienen a buscar en coche y nos llevan hasta la discoteca, que está a unos diez minutos en coche. Iríamos andando, pero ya son las doce menos diez.- Le dice Sara a Judith.

- Conmigo puede venir una persona.- Digo yo.- Judith, ¿Te vienes conmigo? - Por la cara que pone, creo que prefiere ir con Adam pero niega Adam y viene conmigo.

- De acuerdo. Luz tú con Adam.- A Luz se le forma una sonrisa en la cara y Adam se encoge de hombros y la guía en dirección contraria del lugar por donde ha venido con Judith. Cuando ya están lejos le digo a Judith:

- Qué, ¿Vamos? .- Le cojo de la mano, corro un poco hasta que deja de corre y me deja .- tenemos que ir rápido, que sino llegaremos tarde.- Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa.

- Nico, ¿Por qué te hiciste amigo mío? ¿Por qué viniste a hablar conmigo? - Me dice de golpe.


Angeles, demonios y yo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora