CAPÍTULO 24. ÉL, ADAM

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-¿Por qué lo has hecho? - Le grito.- ¿Por qué no has explicado nada de Nico? Se que crees que si vuelve del coma no nos ayudará, con lo que acabas de decir.

- Adam, tranquilo, tengo la situación controlada.- Me dice Cas contento.- Cuando vuelva, si es que regresa, se refugiará en Nico, y Nico la llevará hacia nosotros. Está de nuestra parte.

- Ya no se trata de eso, lo está pasando mal y no conseguirás nada así. No es tonta, no se fiará de Nico.

- Ahora, no. Pero cuando lleve unos días viva irá a buscarlo y él la cogerá con las manos abiertas. Hará el trabajo que tú no has podido hacer.- Me dice.- Lo que te pasa a ti es que te da envidia que vaya con Nico. A ti te gusta. ¿No es cierto? Pues lo siento, pero si ella mejora, ya no se fijará en ti, se fijará en él. Quien quiere un demonio cuando puede tener un ángel.

Me echo encima y le clavo puñetazos hasta que los nudillos de los dedos me duelen. Le sangra toda la cara, pero sigue riendo.


Angeles, demonios y yo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora