Forever [ Fan fic ]

10| miedo

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me dolía la cabeza a más no poder, no vuelvo a beber.

Eso dije una vez y mira dónde estamos.

Me di la vuelta en la cama y la vi.

Mierda.

Me levanté tan rápido de la cama que empezé a ver estrellitas.

No. Puede. Ser.

¿Me acosté con Vicky?.

Derrepente me vinieron todos los recuerdos de la noche anterior, y dios santo, creo que me voy a desmayar, me sonrojé al instante.

Me vestí rápidamente y fui al baño a lavarme los dientes, una vez echo eso, baje a la cocina y allí se encontraba Emma.

En cuanto me vio, sonrió pícara y levanto las dos cejas.

-Que, bonita noche, ¿verdad?- se rió

-Callate- la miré mal, mientras me sonrojaba.

-necesitabas una buena follada, mira como te brillan los ojos.

-¿Quieres callarte ya?- me defendí- ademas tú estás muy contenta también desde que conoces a Mariana. - la pique.

Si sonrisa se fue de un segundo a otro y se sonrojo.

-E-eso no es cierto- tartamudeó- te sienta mal el alcohol.

-Si, si, el alcohol.- me reí- pero bien que bailabas con ella bien juntitas las dos.

-y tu bien que te comías la boca con Miko.

Las dos nos callamos y a los segundos nos empezamos a reir.

¿Estamos locas?

Si.

¿Nos arrepentimos de lo que ambas hicimos anoche?

No.

Nos estábamos riendo hasta que la presencia de ella nos interrumpió.

-Buenos días- su voz ronca hizo que yo me pusiera nerviosa, Emma lo noto y sonrió por lo bajo.

-Yo mejor me voy a duchar que me tengo que ir a trabajar- nos dijo Emma a ambas y nos guiño un ojo.

Cuando se fue, Vicky me miró y sonrió, yo retrocedí un paso y ella dio otro, así hasta que choque contra la encimera de la cocina.

Mierda.

-ahora ya no puedes escapar, princesa- me dijo, me iba a dar un beso pero yo rapidamente me aparté ella se sorprendió.

-No te has lavado los dientes- la sonreí inocente.

-Si me los he lavado, tranquila.-Esta vez me agarró de la cintura, y sin previo aviso me besó.

Joder, jamás me voy a cansar de besar a esta chica, ni de sus labios suaves.

Sus labios se mueven en sincronía con los míos, esto es maravilloso, su lengua juega con la mía, pongo mis brazos por detrás de su cabeza, ella me sube de una a la encimera, quedando a la misma altura.

-Me encantas, princesa- me dice separándose del beso por falta de aire.

-y tu a mí- la sonreí.

Su móvil empezó a vibrar.

La estaban llamando.

Ella colgó y volvió a besarme, yo la correspondi rápidamente, pero volvieron a llamarla.

-Joder, que pesado.-Suspiro

-¿Esta todo bien, Vicky?- la miré curiosa.

-Si, solo que Mariana es un poco pesada.- me respondió con una sonrisa fingida.