13 - Nieve

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Sabo sintió una presión sobre él cuando se despertó. De pronto dejó de sentirla, pero al segundo volvió.

– ¡Mira Sabo! ¡Está nevando! ¡Sabo vamos!

– Cinco minutos más – se quejó.

Un tiritón lo hizo mover sus manos para acercarlo a su pecho.

– Tn, ¿te encuentras bien? – Luffy dejó de saltar y se centró en ella.

– Hace mucho frío. Lo siento, no quería preocuparte.

Sabo abrió los ojos al fin, acarició a la chica para darle calor, y eso la calmó.

– ¿Mejor?

– S...sí – los dientes le castañeaban, se apegó más al rubio, eso era lo máximo que podía.

– Me resulta curioso que tengas frío cuando ya estás muy caliente. – comentó el rubio.

– ¿No venís a jugar con la nieve?

– Dame diez minutos para entrar en calor, luego nos vestiremos para jugar Luffy.

– Vale, esperaré entonces.

Se quedó al lado mirando como ambos estaban acurrucados.

En un momento, le entró sueño, abrazó a Tn por detrás y se quedó dormido.

Ace entró para llamarles al desayuno, pero se quedó parado, hizo una foto y sonrió.

Como tardó, algunos empezaron a subir y también se quedaron mirando.

Shanks se rió divertido y eso les hizo levantarse.

– Parecen una familia muy unida. Aunque normalmente el hijo siempre va en medio de los padres, no en una esquinita abrazando a su madre por detrás.

– Tenía sueño – se quejó Luffy.

– Luffy, ¿te has quedado aquí? Podrías haber bajado – Tn giró la cabeza para ver al hermano pequeño somnoliento.

– No es divertido sin vosotros.

– Eres tan adorable que te comería a besos.

Sabo tiró de ella – Te he dicho mil veces que no.

– Pero si es adorable – ella abrazó a Luffy como si fuera un peluche mientras Luffy sonreía. – Vamos a vestirnos y salimos a jugar, ¿qué te parece Lu?

– ¡Genial! ¡Os espero abajo! – en cuanto ella aligeró el agarre, aprovechó para escaparse corriendo.

– Eso significa que Luffy es mi sobrino, ¿verdad? – preguntó Sophie emocionada.

– ¿Aún seguís aquí?

– Es divertido veros, yoi.

– Sí, más que ver a Ace suspirar o dormir sobre la mesa – Thatch concordó con Marco.

– ¡Oe! – se quejó el nombrado.

Sabo cerró la puerta en sus narices y suspiró.

– Menudos entrometidos.

La risa de Tn le hizo levantar la mirada para mirarla embelesado.

– Seguro que nos han hecho alguna foto.

– ¿Lo dudabas? Ahora que estamos todos, de algo tendrán que reírse.

– ¿Sabes? El rojo en la cara te sienta bien – ella se levantó para abrazarlo. Apoyó su cabeza en su pecho. – ¿Y bien? ¿Salimos a jugar con la nieve?

– No me gustaría resfriarme.

– Podemos pasar la tarde viendo películas con chocolate caliente con un malvavisco encima y nata, con la manta tumbados en la cama o el sofá.

Calor en invierno - Contratiempo 2 (Sabo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora