Su cabello castaño estaba húmedo, hace poco salió de darse una ducha para ir al instituto; técnicamente no tenía muchas ganas de asistir pero igual iría ya que era su obligación - según había dicho su padre - y no le gustaba hacer nada obligado.Se detuvo frente al espejo soltando la bata blanca que cubría su cuerpo adolescente, en sus 15 tenía su cuerpo bien trabajado y también lo tenía lleno de moretones y no por ejercicio; siempre acostumbra vestir ropa holgada para no delatar su físico.
Brazos, piernas, abdomen y pecho; a excepción de su ropa interior que cubría su hombría era el único lugar donde no había hematomas a causa de las palizas que le daban en el instituto.
Una de las razones por las cuales no quería ir a ese lugar para estudiar, para él no era más que - la puerta al infierno - porque eso era realmente, algunos docentes le humillaban por no decir ni una palabra, algunos incluso le tachaban la asistencia solo porque no decía el típico "presente" para probar que estaba ahí, en clase.
— Señorito Lan, el auto lo espera.
La señora que hablo es su Nana, su niñera por decirlo así, cuando sus padres se enteraron del diagnóstico que fue dado por los médicos profesionales de renombre del país se decepcionaron del joven Lan Wang Ji de 3 años.
Cuando terminó de vestirse fue directo al auto pero fue interceptado por su hermano mayor, Lan Xi Chen el primer jade de Gusu.
— Wan Ji, ten un lindo día. No olvides comer, eso es importante, lo sabes. ¿Verdad?
Wang Ji asintió y se dirigió de nuevo al auto.
— ¿Por qué aún le hablas? ¿No ves que incluso es tan tonto que apenas entiende?
El señor Lan habló con gran ironía y sarcasmo en su voz.
Wang Ji hizo de oídos sordos, hace mucho tiempo dejo de importarle lo que él dijese, no es como que fuera un excelente padre para exigir algo.
Lan Wang Ji era uno de los mejores estudiantes de su grado, algunos docentes le tiene cariño y eso hace más fácil el pasar el tiempo con ellos en el receso.
[...]
La puerta fue abierta por su chófer que ya tenía una edad bastante avanzada, uno de los pocos sirvientes que no han sido reemplazados por su madrastra, la gran bondadosa señora Yan.
— Llegamos segundo joven maestro, tenga un excelente día.
Wang Ji hizo una reverencia agradeciendo, su rostro se habia mantenido con la misma expresión desde los 11 años, una cara indiferente y fría ante cualquier situación.
El camino a su salón fue normal.
¿Normal? ¿Definimos que es normal?
Es normal para él que le lancen botellas con agua, papeles e incluso algunos alimentos encima; todo eso se había vuelto normal en la vida de él, en la vida de Lan Wang Ji; no tenía porque quejarse, por qué no podía hablar.
— Señorito Lan, es bueno verlo de nuevo está mañana.
Una mano detuvo su avance y unos chicos le rodearon, Wang Ji sabia lo que se aproximaba; no pensó en resistirse cuando fue empujado al suelo golpeando su espalda con el bote basura.
— Sin duda eres el mejor, Xue Yang.
Halago uno de los matones que empezó a golpear a Wang Ji.
— ¿Sigues sin querer hablar, maldita rata muda?
Lang Wang Ji yacía tirado en el suelo, sin miedo al dolor; no cubrió su rostro porque nadie le pagaría ahí o sino dejarían evidencia y no querían problemas.
Estaba cansado, tan cansado de la misma rutina, cuando se cansaron de él lo dejaron tirado en el suelo; como una basura inservible.
Limpio su mochila y se levantó para ir al baño y cambiarse de ropa, no podía entrar a clases con la ropa sucia llena de polvo, comida y algunos líquidos desconocidos.
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Amor En Pocas Palabras
FanfictionWei Wu Xian comenzó a sentir curiosidad por el segundo hijo de los Lan, Lan Wang Ji; por su apariencia es bastante popular con las chicas de los grados superiores a lo cual le dieron el apodo "El segundo jade de Gusu", a pesar de eso; Wang Ji tiene...