14. Lan Zhan (7)

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Llego a su casa y su hermano estaba en el comedor de la casa, no tenían sirvientes ya que aún les faltaba mucho para reconstruir la empresa y generar ingresos; su hermano no la estaba pasando bien ya que en ningún lugar le dieron la oportunidad de mostrar su plan de negocios, gracias a las estúpidas acciones que su padre tomó, todos le dieron la espalda a la familia Lan.

Wang Ji se acercó a la mesa y se sentó a un lado de su hermano observando su expresión decepcionada, tomaba un té, a ambos hermanos no les gustaba el alcohol, su padre siempre que se pasaba de copas era un desastre y buscaba bolsas de box para desestresarse. En ninguna parte de la antigua mansión Lan había dichas bolsas porque no tenían gimnasio.

Para el señor papá de los jades, era mejor usar a alguien vivo, escuchar sus quejidos de dolor y lloriqueos le hacían sentir satisfecho, pero satisfecho de saber que habia alguien más lamentable que él.

¿Qué culpa llegaron a cargar ambos cuando su padre les golpeaba hasta la inconsciencia en sus noches de borrachera?

— Wang Ji, ¿Tienes hambre? — Xichen sonrió para su hermano menor y se levantó para servirle.

El resto de la tarde Wang Ji hizo tarea en su habitación, mientras Xichen intentaba investigar que más empresas podía visitar para su plan de venta.

Sin duda era un momento de crisis para los hermanos Lan.

[...]

El periodo de exámenes había iniciado, las bibliotecas abarrotadas eran el claro ejemplo de ello, Wang Ji fue para pedir un libro de aritmética pero por la situación del poco espacio sería complicado encontrar uno en estos momentos; salió del lugar suspirando, su rostro podia no expresar emoción alguna pero en sus ojos se veía la decepción.

Pasó por el salón de Wei Wu Xian y estaban trabajando en grupos de 3, logró reconocer a los que siempre estaban juntos; Jiang Cheng, Nie Huai y por último y no menos importante, al que vio primero y al verlo no aparto su mirada después; Wei Wu Xian.

— Wei Ying...

Cómo si lo hubiese escuchado, Wei Wu Xian volteo hacia la ventana y sus miradas chocaron, Wu Xian le dedicó una sonrisa y le hizo un saludo con la mano; nervioso, Wang Ji se marchó.

Su corazón está hecho un desastre, ya no es dueño de sus impulsos ni sus sentimientos; todo gira alrededor de él, de ese chico pelinegro con sonrisa encantadora, el lunar encantador cerca de su labio.

¿Era normal sentir eso?

[...]

Una semana paso y finalmente terminaron los parciales, espero que, como era costumbre; los maestros le quitarán puntos de forma injusta pero no fue así. Le había ido bastante bien, ya que en las últimas semanas ha habido cambios en el instituto.

La mayoría de sus acosadores fueron enviados a una escuela correccional dónde educarán de forma rigurosa a esos canallas.

— ¡Lan Zhan! — Wei Wu Xian se acercó y lo abrazó.

Lan Wang Ji aspiro su aroma y se sintió en paz.

— Jotos. — Murmuró Jiang Cheng.

— Envidioso, ya quisieras tú estar así abrazándote con la doctora Wen. — Huai Sang rodó los ojos — Ya te conocemos Cheng, pareces un lobo en celo que quiere mimos.

Jiang Cheng corrió detrás de él para golpearlo.

Wang Ji seguía admirando el rostro de Wei Wu Xian.
Casi nunca tenía la oportunidad de apreciar su cara de tan cerca, y de cierta manera; cada vez que lo mira, cada vez lo encuentra atractivo.

— ¿Te enamoraste ya? — el susurró de Wei Wu Xian lo sobresaltó.

Wei Wu Xian río y se alejo de él no sin antes darle unas palmadas en el pecho.

— Que firme tienes está área, ¿Haces ejercicio? — preguntó.

Era una simple pregunta de rutina pero Wang Ji le encontró doble sentido y se sonrojó, Wei Wu Xian sonrió ante su expresión tímida.

Esos sentimientos se habían vuelto más fuertes con las situaciones triviales que han hecho y compartido con el pasar de los días.

¿Wang Ji sabrá darse cuenta de lo que siente?

Amor En Pocas PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora