➳1ra Edición Terminada. | Historia con capítulos cortos
" ¿Has escuchado de las cadenas de favores?, bueno ahora imagínate una cadena de problemas; Los Merodeadores II quieren arreglar todos los problemas en los cuales se han metido, ¿Solución?, una...
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/En el jardín/
Minutos despues de que la Señora Weasley les llevara los refrigerios al jardín, todos los de la tercera generación se habían quitado las capas para comer más a gusto, se podían escuchar murmullos de las conversaciones entre los diferentes grupos que se habían formado. A pesar de ser familia cada uno se juntaba con sus propios amigos y entre la misma familia había ciertas "preferencias", simplemente había alguien con el cual te llevabas mejor. Mientras tanto los merodeadores se habían sentado algo apartados de los grupos, cerca de un árbol con grandes ramas, cada uno de ellos escuchaban atentos el nuevo plan de James Potter.
—¿Estás seguro de esto, Cornamenta? —cuestionó Lorcan con cierta preocupación mirando a su amigo azabache.
— Tal vez sea lo mejor, puede que cambie su manera de verlo Colagusano—opinó Roxanne encogiendo ligeramente sus hombros, esperando que su primo tuviera razón.
—Si estoy seguro Lorcan, pienso igual que Lynx—respondió James con una ligera mueca en sus labios mostrando cierto nerviosismo— Esto puede hacer que ella me tome en serio por primera vez.
—Tienes todo nuestro apoyo Cornamenta—lo animó Fred II dándole unas palmadas de apoyo en la espalda, con una sonrisa amplia en sus labios.
—Asi es, estaremos aquí por si necesitas ayuda—concordó Frank sonriéndole a su amigo— Se positivo, tal vez Roxy tiene razón—el pelinegro miro a la castaña con una sonrisa amplia.
El líder de los Merodeadores asintió seguro o al menos eso aparentaba aun con el nerviosismo comiéndoselo vivo. Camino hasta donde se encontraba la rubia que le robaba noches de sueño y por quien iba haciendo pequeños cambios en su vida, tantas veces se le había declarado a aquella chica risueña y en todas lo había rechazado, creyendo que jugaría con ella, pero sus sentimientos jamás habían sido tan reales. Al irse acercando la rubia lo miro con el ceño fruncido y cierto fastidio, aunque por dentro trata de controlar con todas sus fuerzas no ceder a sus sentimientos.
—¿Qué quieres Potter? —le preguntó la rubia con una mueca y tono frio que usaba como escudo y mascara de sus verdaderos sentimientos.
—Yo solo quería hablar contigo Alice—respondió James con ciertos nervios buscando su mirada.
—¿Para qué? —preguntó Alice poniéndose de pie— Tu y yo no tenemos nada de qué hablar Potter, mejor vete con tus amigos que sino tu querida Isabella se enojara cuando regresemos, sabes lo celosa que es—le recordó con molestia y una pizca de ¿celos?
—¡Alice por favor déjame explicarte! —suplicó James y todos los que se encontraban en el lugar dejaron sus platicas de lado y lo miraron sorprendidos, ¿James Potter suplicando?
—James vete, todos nos miran—pidió Alice nerviosa mirando el suelo tratando de ocultar las pequeñas lagrimas que comenzaban a acumularse en sus ojos.
