Capitulo 5

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Terminó de desayunar rápidamente, consciente de que estaba un poco retrasada. Se dirigió apresuradamente al baño, donde tomó una ducha rápida y se vistió con su mejor traje para su primer día de trabajo como maestra de biología en la prestigiosa escuela privada de El Zorzal.

Al salir de su casa, revisaba constantemente el reloj, ansiosa por llegar a tiempo. Cuando llegó a la parada de colectivos, se encontró con un grupo de personas esperando, todos igualmente ansiosos por alcanzar sus destinos. A lo lejos, divisó las luces intermitentes de un colectivo aproximándose rápidamente.

Sin embargo, para su decepción, el colectivo pasó de largo sin detenerse. se sintió frustrada, y aunque entendía que los colectivos a esa hora solían estar llenos, lo que más le disgustaba era ver a los niños abarrotados en el transporte público. Sabía que solo necesitaban recorrer un par de cuadras para llegar a la escuela, mientras que ella se veía obligada a llegar puntualmente a su trabajo, enfrentando las consecuencias de un posible retraso. se molestaba por la disparidad en las condiciones de llegada entre los niños y los adultos. Los niños no sufrían ningún descuento económico o penalización por llegar tarde, ya que el colegio no les restaba puntos en su asistencia. Pero para Sarah, cada minuto de retraso podría significar una deducción salarial en su trabajo.

Esta situación generaba una sensación de injusticia en ella, quien valoraba la puntualidad y el compromiso en su vida profesional. A pesar de comprender la importancia de la educación de los niños, le resultaba difícil aceptar las diferencias en las consecuencias para ellos y para los adultos cuando se trataba de llegar a tiempo a sus responsabilidades.

"Estos colectivos de mierda", repetía una señora con evidente frustración, aferrando la mano de su hijo que intentaba escapar en dirección a lo desconocido. Sus palabras resonaban en el aire, creando una atmósfera cargada de molestia y descontento.

Los demás pasajeros, incluyendo a Sarah, trataban de distraerse de la escena incómoda. Evitaban el contacto visual y se sumían en sus propios pensamientos, esperando que el tiempo pasara rápidamente. Sin embargo, la señora persistía en expresar su descontento, rompiendo el silencio incómodo de vez en cuando para intentar entablar una conversación con aquellos que la rodeaban.

El ambiente se volvía aún más tenso cuando un muchacho despistado se acercó a la parada del colectivo, mirando confundido a su alrededor. Con una voz tímida, preguntó si ese era el lugar correcto para tomar el colectivo 238. Las miradas se dirigieron hacia él, y un breve instante de alivio se percibió en el aire. Al menos había una distracción momentánea de la constante queja de la señora.

Uno de los pasajeros, intentando ser amable, respondió al muchacho asegurándole que sí, era la parada correcta. El chico asintió agradecido y se unió a la fila de espera, buscando un espacio donde esperar el colectivo. Sin embargo, la tensión volvió a apoderarse de la parada, como una sombra acechante que se negaba a desaparecer.

En medio de aquel ambiente tenso, Sarah optó por tomar un respiro profundo y centrarse en el presente. Observó a su alrededor, buscando alguna señal de alivio o distracción. Fue entonces cuando notó un quiosco de periódicos cercano a la parada del colectivo.

Decidió acercarse al quiosco y comprar un ejemplar del periódico local. Mientras hojeaba las páginas en busca de alguna noticia interesante, un titular llamó su atención. Era un artículo sobre el nuevo proyecto de conservación de la reserva natural cercana al pueblo.

Intrigada por la propuesta, comenzó a leer el artículo detenidamente. A medida que avanzaba, su interés se transformó en fascinación. El proyecto consistía en la creación de un programa educativo que permitiría a los estudiantes de las escuelas del pueblo visitar la reserva natural y aprender sobre la flora y fauna de la región. el muchacho se le acercó, Sarah dio un paso hacia atrás y el chico pudo notar su desaprobación.

El BOSQUE OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora