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una de las grandes preguntas que se hacía Sergio era..

¿donde están los padres de este niño? Por Dios, si ya de por sí es peligroso estar solo por ahí como si nada.. No dan ninguna muestra de que les importa donde va su hijo.

y era así. Mesut siempre tuvo padres presentes-ausentes, le daban juguetes, le comparaban cosas.. Pero ignoraban por completo al pequeño.

para ellos, que ahora este fuera de casa sin molestar, según lo que pensaban, era hermoso.

los dos adultos tuvieron a Özil por accidente, huyeron a Alemania y armaron una nueva vida allí, después se fueron para España.

creían que el niño le arruino sus vidas, así que le daban todo menos su atención.

lo retaban por lo que sea, le decían que no cuando les pedia jugar con él, que tenía que hacer caso, que no podía desobedecer, que no podía hablar sin permiso.

eso lo tiene clavado en la mente y cree que tiene que ser como le dijeron sus padres.

nunca se sentaron para contarle sobre el cuidado sexual, por ejemplo. Nunca le dieron un buen consejo a su hijo, enseñarle las cosas básicas.
hasta estuvieron un buen par de años sin llevarlo a la escuela.

pero.. ¿eso le importaba al español? Claro que no.
era de noche, ya estaba volviendo del trabajo, tenía ganas de tirarse en la cama y abrazar a su novio, nada más.

a veces se cuestionaba sus acciones, siempre volvía al mismo punto sobre todas sus parejas menores, "es un juguete", pero Mesut le hizo sentir algo un poco distinto.

"es mi juguete"

los juguetes se cuidan, pero más si son de tu propiedad, eso era lo que pensaba Ramos, no pensaba que estaba mal lo que hacía o se preguntaba como se sentiría el menor, nada.

allí estaba, sentado en la cama mirando a la nada con una tristeza obvia en sus ojos.

y esa se convirtió en su rutina, salir de la escuela para ir a la casa de su pareja, ser abusado sexualmente y/o golpeado para luego quedarse solo, recordando todo ese dolor mientras observaba el suelo, las paredes o el techo.

-hasta que entró Sergio por la puerta- hola, Mesu -saludo mientras se sacaba el abrigo, lanzandolo a su escritorio-

- hola..

-el mayor se tiro a la cama, dejando uno de sus brazos abiertos- ven.

el menor se asusto un poco, pero se acerco sin decir nada. Se sorprendió al ver como el rubio lo abrazó, no lo estaba tocando atrevidamente, acariciaba su cabello y su cintura.

quería llorar, nunca antes lo trató así.
que bonito se sentía, es como si por un momento se olvidase de todo lo que hizo y solo recordara esta escena.

no le decía nada repugnante, no metía sus manos por abajo de su ropa, no lo agarraba con fuerza, así parecían una pareja común y corriente.

su cabeza estaba tirada en el pecho del rubio, su pelo recibía caricias, su cuerpo no estaba siendo toqueteado sin consentimiento.

estaba sonriendo y sonrojado.. Pensando en que mañana estaría igual que hoy, también pasado mañana y el día siguiente de pasado mañana y al día siguiente.
estuvieron en pura paz y silencio hasta que ambos se durmieron.

pobre niño.

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