No tocamos el tema de lo que ocurrió esa noche, Jennie no lo había sacado en ningún momento y yo no la iba a obligar a hablar de eso. Aunque creo que no lo hace para no incomodarme y siendo sincera se lo agradezco; ni siquiera he querido pensar en lo que pasó o lo que sentí cuando pasó, simplemente lo dejaré ser y si quiere volver a repetirlo no tengo ningún inconveniente. Mientras mantenga la idea de analizarlo todo fuera de mi mente, las cosas estarán bien.
–¿Estás segura de que quieres trabajar aquí?-inquirió cuando entramos al hospital y dió nuestros nombres en la recepción–Hay mucho por hacer y no tiene un gran salario-agregó recibiendo el pase de visitante y guiándome por los pasillos.
–Me gusta trabajar, además el dinero no es que me importe mucho-contesté siguiéndola de cerca, este lugar me da escalofríos, es muy sombrío, no me sorprende que las personas no quieran venir a morir aquí así no tengan familiares–mientras me dé para sobrevivir todo bien-me encogí de hombros divisando una ligera sonrisa en el rostro de mi compañera, una muy sutil y brillante.
–Hay muchas historias dentro de estas frías paredes-habló de pronto mirando a nuestro alrededor, llegamos a los espacios especializados–Mira a aquella chica por ejemplo-señaló a una pelinegra en la sala de fisioterapia, no se veía para nada feliz; es más como confusión y tristeza–estuvo en coma alrededor de dos años por un accidente en coche o algo así-agregó mordiéndose el labio inferior, se nota realmente preocupada por esa chica. Nini es una de esas excepciones a la regla; definitivamente no parece una humana, tiene demasiado amor en su interior para serlo–despertó hace unos días con amnesia-mis ojos se abrieron al escucharla, debe ser horrible, no puedo ni imaginar lo que sería para mí olvidar mi vida, a mis amigos, a Jennie, todo–Sus amigas han venido cada día junto a su novia para saber cómo está e intentar verla-su tono descendió varios desiveles anunciándome que había algo detrás de ese comentario.
–¿Y por qué no lo hacen?-me di cuenta de que no dijo que la veían, sino que solo lo intentaban.
–Sus padres no las dejan-suspiró metiendo las manos en sus bolsillos mientras me miraba de forma extraña, una mezcla de melancolía y nostalgia que no logré procesar.
–Sabes mucho de ella ¿sabes su nombre también?-inquirí en forma de broma haciéndola reír también, mas en parte me interesa saberlo, quizás pueda pedir por ella y porque logré ser feliz, ha pasado por muchas cosas para ser tan joven.
–No, solo sé que es de apellido Kim, igual que el nuestro-murmuró en respuesta, pues ya llegamos a las habitaciones y debemos hablar bajo por respeto a los pacientes. Jen decidió llevarme por el camino más largo y darme de paso un tour por e hospital para que lo vaya conociendo.
–¿Y aquellas chicas de allá? Se ven muy felices-señalé con la cabeza a una de las habitaciones entre abiertas, no se escucha lo que están hablando, sin embargo sus rostros expresan solo satisfacción.
–Rosie-el apodo salió de sus labios con un cariño y suavidad que hizo a mi piel erizarse–la que está a su lado es Lisa, su novia y mejor amiga-sonrió aún más cuando lo mencionó, incluso nos detuvo para observarlas–A Rosé le detectaron leucemia cuando tenía sólo cinco o seis años-recordó con la mandíbula apretada, hasta yo estaría molesta por eso; un niño no debería sufrir de esa manera–después de mucho lograron encontrar un donante y hoy por fin le harán el transplante-comentó reanudando la caminata y yo detrás de ella–no tendrá que regresar al hospital otra vez-concluyó con emoción contenida en sus palabras provocando que sonriera, es la persona más hermosa, dulce, amable y especial que existe sobre la faz de la Tierra; a veces pienso que ella debería ser el ángel y no yo.
–Buenos días Jennie-saludó una chica morena sentada detrás del escritorio, supongo es la secretaria.
–Buenos días Katherine-la castaña le regresó el saludo–¿Ashley está en su oficina?-preguntó por la jefa de recursos humanos, ella es la que me hará la entrevista para el trabajo, que según la menor, es obvio que voy a pasar.
–Está en la cafetería, dijo que las esperaría allí-informó con amabilidad profesional, mi contraria le dió las gracias y cambiamos el rumbo de nuestro recorrido. Estuvimos andando otros diez minutos hasta llegar al lugar indicado, hay muy pocas personas aquí.
–¿Y aquí, hay alguna historia?-indagué queriendo escucharla emocionarse, amo como es capaz de mostrar sus sentimientos a todos de forma tan sincera, sin la necesidad de ocultar o fingir.
–Siempre hay historias, existen infinidades de ellas-corrió recorriendo con la vista el local hasta detenerse en una de las mesas del fondo–Mira, esas dos chicas tienen una situación muy complicada-inició llevándome hasta otra mesa donde las podríamos ver con facilidad, al parecer la señora a la que buscamos no está aquí tampoco.
–¿Alguna está enferma?-sería lo más lógico ¿no?
–No, es la novia de la rubia y hermana de la pelinegra-dijo ubicándome en el contexto de la situación, no son ellas, pero sí alguien cercano a ellas–está en coma, pero eso no es lo complicado-agregó y algo en mi cerebro hizo cortocircuito ¿cómo que no es eso lo complicado?–¿Ves como se miran?¿La forma en la que sus manos se tocan?-resaltó estos hechos y yo la miré entrecerrando los ojos. No entiendo a lo que se refiere, yo lo veo como algo normal, Jen y yo también hacemos eso; aunque en esas chicas hay algo raro, una energía extraña entre ellas, tal vez a eso se refiere–eso es realmente lo complicado, las desgracias unen a las personas, a veces más de lo que debería-sus orbes se clavaron en los míos y por alguna razón me pareció que ya no hablaba de las chicas–tal vez ni siquiera se han dado cuenta de lo que sienten.
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Vivir sin permiso (Jensoo)
FantasiaLos ángeles existen, pero a veces están tan lastimados que se disfrazan de demonios. Se juró a sí misma no mezclarse con una raza inferior a la suya justo antes de ser desterrada al mundo de los mortales como castigo. «No podría enamorarme de una hu...