Un año ha transcurrido desde la última vez que la vi, donde los días han sido tortuosamente lentos, sintiéndose más largo que mis 230 años anteriores. Me he dedicado por completo a tareas locales absteniéndome completamente del trato con humanos; tengo miedo de caer en la tentación y buscarla.
–Con el tiempo me olvidará y podrá hacer su vida sin mí en ella-repetí por, ni siquiera me acuerdo cuántas veces lo he dicho ya, recibiendo una mirada de incredulidad de parte de mi amiga–en algunos años ni siquiera recordará que existo-argumenté dejándome caer en el suelo escuchándola suspirar y sentarse a mi lado.
–No es así como el amor funciona Jisoo-habíamos tenido esta misma conversación decenas de veces y seguía repitiéndose exactamente igual–Perdón ¿sí? Sé que no te gusta que lo diga así pero es la realidad-rectificó sus palabras, aquí las paredes escuchan y sería muy peligroso si alguien de mayor rango se entera.
–¿Y tú qué sabes de como funciona Sana?-inquirí con pesar ¿alguien entendería realmente como funciona?–No es lo mismo ayudar a otros que sentirlo-le recordé cerrando los ojos–nunca será lo mismo.
–¡Jisoo!¡Jisoo!-una de las más pequeñas llegó corriendo y dando alaridos a nuestro encuentro–¿Jisoo conoces a una tal señora Hyung?-preguntó jadeante sosteniéndose de la puerta.
–¿Hyung has dicho?-me incorporé al instante sorprendida al saber de ella después de tanto tiempo.
–Sí-asintió instantáneamente–pidió que te contactaras con ella con urgencia, dice que es de vida o muerte-solo eso bastó para hacerme bajar a la Tierra de nueva cuenta, corría el riesgo de encontrarme con Jennie, pero también cabía la posibilidad de que fuera ella la que se encuentra en peligro.
–¿Qué le ocurrió?-indagué subiéndome a su auto–¿Qué es eso tan urgente?-insistí.
–Cuatro meses después de que te fueras la condición de Jennie empeoró-empezó a contar y en un instante todos mis músculos se tensaron–pero no se trató hasta que una tarde le dió un paro cardíaco-la respiración se me quedó estancada en la garganta.
–¿Acaso ella está... ?-no podía decirlo en voz alta, ni siquiera podría aceptar si eso fuera cierto. La mayor negó trayéndome algo de tranquilidad, más no la suficiente.
–Creímos que la perdíamos-continuó estacionando en la entrada del hospital donde yo solía trabajar–La metieron al quirófano para ponerle un implante, sin embargo dada la gravedad de su estado casi muere en la mesa de operaciones-una punzada de culpabilidad provocó que se me nublara la vista. Si no me hubiera ido, aunque si me quedaba tampoco hubiera terminado mejor–Le indujeron el coma por una semana, mas cuando le retiraron los medicamentos siguió sin reaccionar-nos detuvimos delante de una de las puertas del pasillo y supe que lo que hay detrás de ella me romperá el corazón–lleva así seis meses ya-concluyó abriéndola y haciéndose a un lado para que entrara.
Lo que vi fue mucho más doloroso de lo que imaginé, el constante pitido de la máquina asegurando que aún respira; su antes morena y brillante piel ahora pálida y casi transparente; las agujas atravesando su delicada piel hasta enmorecerla. Me acerqué con las lágrimas manchando mi rostro, acaricié sus mejillas delineando cada una de sus facciones.
–Prometo que te pondrás bien, aunque me cueste mi vida-juré antes de besar su frente y volver a desaparecer.
–Necesito que ayude a alguien-entré al gran salón sin avisar, no hay tiempo para formalidades–Solo usted puede salvarla-en un estado como el de Jen no hay nada que un simple ángel pueda hacer, y si sale todo a relucir que así sea.
–No puedo hacer ese tipo de cosas-declinó mi petición con un carácter imperturbable–El destino de todos tiene designios que no se pueden cambiar-ya lo sabía, por supuesto que sí, pero siempre se pueden hacer algunas excepciones.
–Sálvala por favor te lo ruego-pedí desesperada acercándome a él–Si quieres me arrodillo frente a ti-lo hice sin apartar la mirada–te imploro si es necesario, pero por favor sálvala-apoyé las manos en el suelo empañando sus brillantes azulejos con mi llanto–Por favor-dejé salir un susurro ahogado. Nada me importa más que ella, no puedo permitir que siga sufriendo por mi culpa.
–Te enamoraste de esa humana ¿verdad?-sabía que esto sería malo, las consecuencias de romper las reglas pueden llegar a ser extremas, expulsión, encierro de por vida, incluso la muerte, mas estoy dispuesta a asumir la que decida.
–La amo-asentí pudiendo pronunciar esa frase por primera vez en voz alta–y estoy dispuesta a enfrentar las consecuencias que tenga que enfrentar-anuncié con firmeza–pero por favor no la dejes morir, ella no lo merece.
–Te voy a retirar los beneficios Jisoo, tu vida eterna entre ellos-fruncí el entrecejo al escucharlo, no puedo creer que ponga este tema por delante de la salud de Jennie–y utilizaré esos años para salvar la vida de una humana-mis ojos se dirigieron rápidamente hacia él mirándolo de hito en hito–También estarás desterrada a la Tierra-sonrió como un padre que está a punto de dejar ir a su hijo y una pequeña sonrisa creció en mis labios, tal vez no es tan de mente cerrada como creía–y solo podrás regresar si yo así lo decido-bajé la cabeza en forma de agradecimiento y me retiré, el amor de mi vida me espera.
–Hola Nini, cuanto tiempo-saludé sentándome en la silla del acompañante esperando a que despertara–¿Sabes? Mi vida ha sido un total caos desde que te vi esa mañana en casa de la señora Hyung-confecé entralazando nuestros dedos–sin embargo ha sido un caos muy hermoso-sonreí besando el dorso de su mano y acomodando algunos cabellos rebeldes.
–Yo nunca quise un cuento de hadas Jisoo-pronunció con voz cansada al mismo tiempo que abría sus ojos–yo solo quiero una vida normal a tu lado-sus ojos llorosos me hicieron sentir mal otra vez, tendré que hacer muchas cosas en esta vida para compensarle todo el dolor.
–Te prometo que tendremos la vida más normal que te puedas imaginar Jen-aseguré besándole los labios de forma rápida.
–¿Por qué te fuiste?
–Lo primero es que salgas de aquí lo antes posible-comenté con la voz temblorosa–después contestaré a todas tus preguntas ¿vale?
Los siguientes meses fueron muy complicados, la rehabilitación de Jen fue más lenta de lo previsto y los exámenes para comprobar que su corazón está funcionando con normalidad fueron más seguidos de lo que pensamos. Además de que por razones económicas y de superación apliqué para la universidad en la carrera de relaciones públicas y asistencia social en lo que trabajaba a medio tiempo en el hospital.
Contarle la verdad fue difícil, sin embargo no parecía sorprendida o molesta por ello. Varios meses después y cuando su salud estuvo completamente recompuesta nos mudamos juntas, y para que mentir, amo compartir mi vida con ella.
–Amor-llamó sin apartar la vista des cielo estrellado, besé su coronilla para hacerle saber que tiene toda mi atención–Tú me dijiste que siempre harías cualquier cosa que me haga feliz-comentó y asentí alejándome lo suficiente para que nos viéramos a los ojos.
–Sí, lo dije y lo mantengo-le planté un beso en la frente provocando que riera–¿Qué es lo que mi maravillosa novia quiere?-inquirí acunando su rostro.
–Quiero que aumentemos la familia-contó y mi cerebro dejó de procesar información, musité un «¿Qué? No entiendo»–Quiero, si tú también quieres, por supuesto-agregó de forma inmediata y llenando sus pulmones de aire–que seamos mamás-finalizó mordiendo su labio inferior.
Si soy sincera ya había pensado en este tema con antelación aunque dada la situación de salud de Jen nunca se lo dije, sería hermoso tener a un niño o una niña corriendo por toda la casa y llenando nuestras vidas de más felicidad. Claro, también está el miedo a no saber hacerlo bien, pero el brillo en sus ojos me hizo saber al instante que terminaría aceptando, además, si estamos juntas nada podría salir mal.
Holis 🙋
Ahora sí me despido definitivamente, espero haya sido de su agrado. Los amo🥰😘.Bye bye 🙋.
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Vivir sin permiso (Jensoo)
FantasiLos ángeles existen, pero a veces están tan lastimados que se disfrazan de demonios. Se juró a sí misma no mezclarse con una raza inferior a la suya justo antes de ser desterrada al mundo de los mortales como castigo. «No podría enamorarme de una hu...