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La crianza es tan difícil y complicada como saber cuál es el último número que existe en este universo.

Caídas, rasguños, lágrimas y promesas. Una niña podría entender todo y a la vez nada, como explicarle el por qué creció con recuerdos vagos y sueños rotos.

—JongYun...ven niña.

—Abuela...los elfos son malos.

—Te he dicho que no te acerques a ellos, ni a ninguna criatura del bosque.

—¿Porque?

—Aun eres muy pequeña y eso a ellos les gusta...

—Pero quiero jugar...ellos dicen que pueden jugar conmigo si entro al bosque.

—Escuchame bien, nunca entres al bosque aún si ellos te llaman.

—Esta bien...

—Quita esa cara triste, te tengo un regalo, así que ve por tus juguetes.

Y fue así que una niña de nueve años viajó "sola" a la cuidad o al menos eso era lo que los demás veían.

Mientras ella jugaba y exploraba con inocencia,la anciana esperaba a que el alma hiciera aparición, tal vez su visibilidad del futuro no fuera tan grande pero aquellos pequeños detalles le servían para guiar a la dulce niña a su destino.

A lo lejos podía verlos, ella de forma juguetona hablaba con el espíritu, quien parecía confundido de lo que sus ojos veían.

No entendía como era posible y menos sabía cómo reaccionar pero estaba encantado, después de mucho tiempo tendría a una amiga con la que pudiera pasar sus días y noches hablando del mundo y sus sentimientos.

—¿Cuál es tu nombre?

—Kim TaeHyung...¿Y el tuyo?

—Kwa JongYun y tengo nueve años.

—Aun eres muy pequeña...¿Que quieres ser de grande?

Mientras ellos hablaban los demás veían a la niña hablar sola, muchos creyeron que se trataba de un amigo imaginario pero cuando ella fue a vivir a la cuidad siendo cuidada por una mujer mayor que años atrás conoció a la anciana, sus momentos de hablar sin tener a nadie alrededor se volvieron más comunes, su niñez y adolescencia fueron bastante duros pues los adultos la veían de forma extraña y los niños se burlaban y reían de ella sin importar les como llegará a sentir se, al cumplir sus dieciséis años un deseo incesante surgió.

Ella quería conocer a sus padre, ellos que la habían abandonado.

—¿Puedes hacerlo?

—No tengo tanta fuerza como otras almas, así que no se... necesitaría un contrato para poder hacerlo.

—¿En qué consiste el contrato?

—Es un alma por un alma...en pocas palabras esa alma pasaría a ser mía,solo para poder ayudarte.

—Puedes ser más explícito.

—Cuando tienes deseos así, si no sabes si esas personas murieron,al pedir ayuda el alma que acuda te pedirá algo a cambio, en este caso sería tu alma, al yo tener tu alma podré ser más fuerte y cumplir con todo lo que quieras, ya que al estar viva me eres de ayuda para que mi energía no se vea deteriorada.

—¿Entonces tu seguirás aquí hasta que yo muera?

—Si...bueno eso creo,nunca hice un trato con una humana...

—Podriamos intentar lo...¿Que se necesita?

—La luna roja, llegará en tres años, así que tendrás que esperar, en ese tiempo ,es mejor que lo utilices para pensarlo bien , puedes arrepentir te.

—Ya lo pensé lo suficiente, quiero hacerlo.

Los meses pasaron al igual que los años y el día en que ella daría su alma a cambio de su ayuda para encontrar a sus padre había llegado.

—¿Que debo hacer?

—Solo mantén la calma, yo haré todo.

Ella vio como su amigo recitaba una clase de cantico, en un idioma que no era el latín,tenia miedo pero confiaba en que TaeHyung nunca haría nada para dañarla.

Él tomo su mano sin mucho éxito, cuando la luna estuvo en posición, mecio su cuerpo al ritmo de su voz y lentamente ella empezó a sentir un dolor creciente, su alma se estaba desprendiendo de su cuerpo. Cuando estuvo por completo libre su cuerpo cayó en un golpe secó.

—Toma mi mano.

Y fue así por un momento ambas almas se unieron, ella sentía todo lo que él y él de la misma forma sentía todo lo que ella. Eran uno solo, cuando las almas fueron separadas de forma veloz JongYun volvió a su cuerpo.

El proceso había terminado y ahora era tiempo de cumplir con el trato.

Cross Roads   •||KSJ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora