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Krax era un hombre reservado que al inicio parecía rudo y difícil de tratar pero en realidad era solo una coartada ,en realidad él era un hombre dulce que siempre buscaba dar ayuda.

Un día mientras se encontraba en su habitación sintió una necesidad incontrolable de querer salir, habían pasado días desde que se sentía inquieto como si algo o alguien pidiera de su ayuda.

Tratando de olvidar ese sentimiento dormía hasta que el día siguiente llegaba.

Esa noche así como las anteriores, la voz suave apareció, parecía una mujer.

Mi ofrenda será mi alma...ven aquí y complace mis deseos.

Sin poder aguantar más ,su cuerpo se transporto hacia la mujer, desde atrás vio a una joven, se encontraba sentada encima de sus piernas, un círculo con las cinco puntas de la estrella se vieron más adelante, velas negras y un rocío de hiervas en suelo .

—Por favor....por favor.

—¿Me has llamado?

La joven volteó con rapidez, su voz la había asustado.

—¿Quien eres tu?

—Krax...tu incubo.

La chica parecía feliz por haber conseguido su objetivo.

—Entonces cógeme...para eso te llamé.

Krax miro a la chica , intentando ver si aquello que pedía era cierto, no encontró mentira o miedo, así que de forma rápida la alzo dejando que ella rodeará su cintura con sus piernas.

Beso con fuerza sus labios y solo ahí sintió la pureza abundando en su ser.

Se separó un poco, miro sus ojos consumidos por el deseo, con delicadeza retiró los cabellos que cubrían parte de su rostro.

—Lo haremos a mi forma.

Dejo a la chica delicadamente en la cama, retiro su blusa, su pantalón y toda su ropa interior, empujó su cuerpo dejándola por completo recostada, observo todo aquello que ella pedía ser atendida.

Krax ,beso su cuello bajando a su pecho para después seguir un recorrido a su entrepierna, su dulce sabor lo hipnotizó dejandolo con ganas de más.

Su ropa se volvió estorbosa así que también se deshizo de ella, fue así que sus cuerpos se unieron por completo.

Sus jadeos y gemidos se escucharon con bastante frecuencia hasta el día en que la joven mujer salió embarazada.

Muchos sentimientos surgieron desde ese momento, cuando Krax supo de aquello estaba feliz pero aquella felicidad se volvió obsesión al enterarse que su hermano mayor había tenido una hija hace algunos años y que está le otorgaría a él el control completo del Inframundo.

Hasta ese momento a él no le importo eso ,la cosa cambió cuando en una de sus visitas a la tierra,la mujer de Zagea fue torturada y violada hasta la muerte, Zagea iba en busca de matar a todos los seres vivientes con la ayuda de su hija.

Fue por eso que Krax llevo a la fuerza a la chica al Inframundo, la mantuvo oculta junta la bebé, toda su historia y futuro estarían a salvó si ellas se mantenían con él. Pero todo su plan fue arruinado por la huida de su amada.

Paso años buscando la y solo tenía una opción, unirse a los GD,si ella moria podría verla pero si aún conservaba su vida él podría salir con la excusa de alguna reunión con los miembros.

Fue así que su captura llegó, más su hija ya no se encontraba con ella, furioso la aprisionó sin ninguna libertad, manos, piernas y cuello estaban encadenados como si de un asqueroso criminal se tratará.

Krax solo quería darle una buena vida a su mujer pero sabía que volvería a escapar, así que no encontro otra opción más que no dejarla salir nunca más.

No era un hombre malo, solo tenía miedo del futuro que habría si Zagea obtenía el control total del Inframundo.

Cross Roads   •||KSJ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora