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Pasillos oscuros, ni una llama de fuego o algún indicio de luz.

—¿A dónde vamos?

—Tranquila...estamos por llegar.

El sonido rechisrante de la puerta la asustó, una luz azul iluminó su rostro, una mujer adulta ,débil y pálida se encontraba apresada de las piernas y brazos.

—¿Que quieres Krax?

Su voz débil y apagada se escuchó.

—Oh linda...está noche te dejare libre.

Vió como el hombre dejaba de lado su porte duro y rudo para convertirse en alguien que miraba un tesoro preciado.

—¿De que hablas?

—Ha llegado el tiempo...en dónde tú amor será tu salvación, ven aquí niña, ven a ver a tu madre.

Lentamente se acercó, al entrar a ese cuarto su cuerpo siento un escalofrío.

Miro a la mujer y pudo ver su rostro reflejado en ella.

—JongYun...¿JongYun eres tu?

—Mama...Hola—lagrimas salían acompañadas de una enorme sonrisa, ella corrió hasta sus brazos, abrazo a su madre sintiendo se completa por primera vez en su vida.

Fue así que las cadenas que la apresaban se abrieron dejando la por fin en libertad.

—¿Que haces aquí? No debes estar aquí —preguntaba mientras miraba a su hija con apreció —Debes irte... Krax,déjala ir ,yo estaré contigo el resto de mis días solo déjala ir.

—Mama, mamá, por favor no estoy aquí por él, prometí salvar a todo aquel que lo necesitará y tú estás incluida en eso... prometo ir a verte algún día.

Fue así que la mujer desapareció después de llorar por qué su hija la había liberado de ese sufrimiento.

Yun sintió como sus brazos dejaban de sentir a la mujer, dejo caer de golpe sus manos y también sus lágrimas.

—Es hora de ir con mi querido hermanito.

Krax la tomo de los hombros haciendo que ella se levantará, tomó su mano y jalo de ella para que le siguiera, tiempo después otra puerta surgió.

—Oh Zagea~ hermanito tengo algo que hablar contigo.

Un hombre grande, musculoso y con una enorme barba apareció frente a ellos —Krax, ¿Que haces aquí?

—Bueno resulta que tienes algo que es de mi hija...tienes que dármelo.

—¿De que hablas?

—El chico... SeokJin.

El hombre cerró con fuerza la puerta, se posicionó frente a él —No se de que estás hablando y más te vale que te vayas ahora antes de que se genere un problema.

—El problema está hecho y yo no me iré hasta que ese chico este de mi lado.

—Te lo repito Krax... lárgate ahora.

—Zagea...te llegó el día y seré yo quien acabe contigo.

No entendía que era aquel problema que ellos tenían y no le dió oportunidad de hacer o decir algo pues Krax de forma rápida la aventó lejos para después pelear con su hermano, no podía ver con claridad lo que sucedía, una nube espesa negra los cubría y solo en ciertos momentos una luz azul aparecía.

—¡Jungkook!

JongYun grito tratando de levantarse, se agarró de la pared y lentamente se levantó. A lo lejos las alas grandes y oscuras aparecieron.

—Debemos entrar ahí...—los habitantes del Inframundo lentamente se iban enterando de la revolución que se había iniciado.

Krax el incubo que buscaba el poder solo para liberarse de su sufrimiento luchaba contra Zagea el semidios que buscaba generar una guerra entre dioses.

Ambos chicos corrieron por los pasillos buscando el débil cuerpo de SeokJin.

A la lejanía después de buscar en cada puerta que encontraron, una joven dama con vestido blanco salió de una habitación, parecía hablar dulcemente para que después de cerrar la seriedad la abarcara.

—¿Y ustedes quienes son?

—Yun... SeokJin deberá estar en esa habitación...lo más probable es que haya más cuartos,debes apresurar te.

—¿Cuál es el plan?

—No luchar contra ellos cueste lo que cueste.

—¿No debería ser al revés?

—Por mucho que quiera hacerlo, mi fuerza no es igual a la de ellos.

—Entonces...ve tu, soy hija de Krax ...debo de haber nacido con algo de su genética.

Fue así que por primera vez JongYun indagó en su cuerpo y mente sobre algo más que no fuera ver a las almas, una corriente eléctrica se genero en la punta de sus dedos hasta crecer y ser repartida en su cuerpo.

—¿Que demonios?

—Cuando era niña me sucedió algo parecido, no sabía que era hasta hoy...ve por SeokJin y desaparece de este lugar.

—¡Pregunte quien demonios son ustedes!

Una niña mimada que no dejaría que nadie tocará lo que era suyo.

—Dame a ese chico antes de que me enoje.

—¿Disculpa?...¿Sabes quién soy? Mi nombre es...

—No me importa tu nombre, dame a mi chico antes de que te rompa la cara en pedazos.

Dos peleas junto con los disturbios en las cámaras de tortura se generaron en tan poco tiempo.

Jungkook de forma rápida emprendió vuelo a la habitación donde el cuerpo del chico estaba.

—¿SeokJin? Por dios, ¿sabes lo que haz ocasionando? Tienes mucha suerte de haber enamorado a la hija de un guerrero.

Le hablaba como si él estuviera lucido, tomo su cuerpo y en un vuelo alto y rápido los saco a ambos del Inframundo.

El auto estacionado junto con los cuatro chicos y la mujer dentro los recibió.

Al estar cerca y ya con los pies en la tierra dejo el cuerpo del chico en el suelo.

—Debes entrar a tu cuerpo ya...—TaeHyung le dijo.

—¿Dónde está Yun?

—¡SeokJin debes entrar a tu cuerpo ahora!

Miro a TaeHyung y después a los demás, para después centrar su mirada en la entrada.

—No hagas lo que tienes en mente...ella daría la vida por ti si entras—jungkook se colocó frente a él tapando con su cuerpo el lugar que él miraba—Hazle caso a TaeHyung...debes de acabar con esto.

—¿Ella estará bien?

—Es el Inframundo...ella pertenece ahí.

Cross Roads   •||KSJ||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora