Las guerras,los asesinatos y todas aquellas crueldades que la humanidad había creado en busca de poder y satisfacción habían hecho que los dioses tomarán una decisión.
Aquellos que habían sido puros o cumplido con las características de la nobleza y respeto tendrían la dicha de permanecer en el mundo a la espera de su nueva vida más sin en cambio aquellos que hicieron en mal serían enviados a cumplir con su condena para la eternidad pero como era de esperarse muchas almas escapaban de su destino y se ocultaban con ayuda de los humanos y brujas.
Los elegidos para llevar y tener un orden en la vida astral fueron estrictamente seleccionados, doctores, policías, maestras y brujas. No importaba su profesión ni si en un pasado había sido juzgados mal, lo que les importaba era que fueran duros y rectos a la hora de decidir que hacer.
El primer guardián que se estableció fue Jung Hoseok un militar de alto nivel, entrenado para la guerra, era alguien que nunca rompía las reglas,ni un si eso lo beneficiaba, puede que parezca serio y difícil de tratar pero aquel chico era alguien feliz que amaba a todos y buscaba el bien.
El segundo era todo lo contrario a él, un hombre adulto que siempre se mantuvo callado, guardaba silencio la mayoría del tiempo pero cuando la situación lo ameritaba podía decir palabras bastante hirientes, se regía con sus propias reglas, todo siempre tenía que estar como él quisiera, su nombre es Min YoonGi, un doctor especializado en traumatismos.
La tercera, era una mujer bastante astuta, pero de vez en cuando podría ser bastante ingenua. Ella siempre trataba de escuchar a todos y dar una solución,haciendo de mediante antes las discusiones, ella era conocida como SuJyeon.
La cuarta mujer era una anciana Song MinJi una vieja bruja que se dedicó a la magia blanca, su objetivo era ayudar a todos aquellos que lo necesitarán pero ahora se encontraba en la cuerda floja.
La quinta persona era un demonio, uno cruel y mentiroso, podías llegará a él y nunca regresar , ese hombre era demasiado importante pues sería quien le de el destino final a todos aquellos que hicieron el mal, su nombre era Krax el incubo descendiente de Hades.
Todos ellos se unían con el simple objetivo de dar orden a la última parte de la vida, daban ayuda a todo alma que lo necesitará,cuidaban y resguardaban los recuerdos de todos pero lo más importante ellos se mantenían alerta de cualquier anomalía en el mundo espiritual, nada de juegos,nada de brujería,nada de corrupción.
Su trabajo era el más difícil de todos pues al ser tan pocos se les volvía complicado era por eso ,que cada vez que un incubo dejara su semilla en una mujer y de eso naciera un bebé, aquellos que hayan nacido con un don serían unidos a las filas con el simple hecho de ayudar.
Cientos de miles ,fueron productos de una relación imposible y muy pocos fueron bendecidos con un don.
La vida larga de los guardianes los hacían más sabios y sin importar que ,ellos no podrían dejar su puesto hasta que un cuerpo fuera digno de llevar sus almas, solo ellos podían tener ese privilegio, nadie más pues sería irrumpir con el flujo de un nuevo nacimiento.
Si un alma ya estaba preparada para nacer y no lo hacían ese bebé o feto no se formaba o simplemente no sobrevivía.
Algo cruel que solo hacia que la alma se manchara pero aún así no llegaría a permanecer en el Inframundo pues esas muertes ya no contaban como homicidios o asesinatos.
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Cross Roads •||KSJ||•
FanfictionNo paraba de escucharte, mis sueños se volvieron tuyo, ayúdame a encontrar te.