La vida que merezco [ CocoBerry / Coco x Gordi]

Capítulo 15

Gordi suspiró mientras él y Coco veían la puerta del departamento de Lima, el más alto dejó caricias en su espalda.

—¿Todo bien?

—Eh, si, lo lamento me pone nervioso conocer gente nueva— Gordi se alzó de hombros mientras apretaba un poco las correas de su mochila.

—Bien, puedes decirme cualquier cosa ¿Entendido? — Gordi asintió mientras Coco tocaba a la puerta.

En la recepción de edificio solo tuvieron que decir que venían de visita y con una llamada que hicieron a la osa para confirmar, los dejaron pasar, solo se tuvieron que anotar en la lista de invitados.

Se escuchó el rechinar de la puerta y ante sus ojos apareció la muy mencionada, era amarilla igual que Coco, solo que era un color más pastel y suave, con ojos morados mucho más claros con largas pestañas, era muy linda, pero también tenía una mirada que delataba su carácter fuerte.

Y en uno de sus brazos, cargaba a un osezno amarillo con ojos morados mucho más fuertes que los de sus padres, con un pequeño mechón sobresaliendo en la mitad de su frente como espiral.

—Bienvenidos, que puntuales— Se hizo a un lado para dejar pasar a ambos.

Gordi miró a Coco, quien se hizo a un lado y extendió uno de sus brazos dando a entender que pasara él primero.

—B-Buenas noches, con permiso— Gordi entró con la cabeza entre los hombros, mientras que Coco saludó a su expareja con un abrazo, después de eso la osa cerró la puerta.

—¿Entonces, Gordi verdad? — El mencionado se giró para mirar a la dueña del departamento, asintió torpemente —Yo soy Lima, un gusto— Le extendió una mano en forma de saludo.

—S-Sí, un gusto— El repostero aceptó el apretón de manos, apenas se separaron tomó las correas de la mochila nuevamente, a las cuales se aferrró al ver como la fémina lo examinaba de cabeza a pies sin vergüenza alguna o intentando ser discreta.

Asintió para sí misma —Ya veo.

—Lima

—Disculpa si fui grosera— Habló hacia Gordi mientras escuchaba los balbuceos de su bebé, fue hacia la mesa que había en el centro de la sala para tomar una mordedera —Solo estaba pensando que la descripción de Coco fue precisa, pero al mismo tiempo demasiado cursi y exagerada.

—Oye...— El mencionado se sintió avergonzado por ser exhibido de esa manera, desvió la mirada hacia una pared mientras que Gordi pasó de sentirse incómodo por ser examinado a avergonzado, porque no sabía qué tanto había contado Coco sobre él.

—Me alegra tanto que por fin nos conozcamos ¿Trajeron sus cosas para quedarse a dormir? — La chica puso la mordedera entre los labios de su pequeño mientras miraba al dúo recién llegado —¡Qué descortés! Toma asiento Gordi, estás en tu casa.

—M-Muchas gracias.

—Espera un segundo ¿Te tomate enserio tu idea de que nos quedaríamos a dormir? — El más alto de los tres se acercó a su exnovia, quien le entregó al bebé y Coco lo recibía con gusto mientras dejaba un beso en su frente y el osezno se aferraba al cuello de su padre.

—¿Cuándo dije que fuera broma?

—Oh, en realidad yo...traje pijama— Ambos osos giraron a ver al principal invitado, quien se avergonzó de tener dos pares de ojos encima suyo —L-La última vez terminé durmiendo afuera y bueno, siempre hay que ser precavidos...

Lima sonrió y se cruzó de brazos triunfante —Coco, eres el único aquí que no tiene nada para dormir, no te preocupes, te prestaré algo en un rato.