El local estaba cerrado, las garras de Azulin se clavaron en el volante con fuerza mientras su respiración se aceleraba aún más. Arrancó de nuevo en dirección a casa, ganándose muchos pitidos de los carros que rebasaba sin piedad por la velocidad a la que manejaba.
—Maldito...maldito maldito maldito maldito—Comenzó a rechinar sus dientes, apretando tanto la mandíbula que comenzaba a sentir el dolor recorrer toda su barbilla hasta llegar a sus dientes.
¿Cómo se atrevía? ¿Cómo se atrevía a irse de su lado después de que prometieron estar juntos por siempre? ¿Acaso no se daba cuenta de lo mucho que Azulin necesitaba de él? ¿Por qué su hermano mayor lo abandonaba de esta manera?
—¡Hijo de puta! — Pisó el acelerador mientras giraba el volante para entrar en una calle mientras escuchaba el sonido del cláxon detrás suyo —¡Te odio, Gordi, te odio! — La saliva bajaba por su labio, su cabeza no era capaz de procesar más, demasiado centrado en el enojo, la rabia, la enorme furia que lo consumía con tanta fuerza.
Su hermano había destruido esto, había destruido su lazo ¿Y por qué? ¿Solo por otro hijo de puta que siquiera le llegaba a los talones? ¿Qué tenía él, que Azulin no pudiera darle? Siempre se había esforzado por ser el mejor, su padre se lo había dicho, el mismo que le confesó que por él se habían separado él y su madre, el oso que le grabó en sus recuerdos con fuerza y sin delicadeza que debía de ser el mejor o no obtendría nada de la vida.
¿Por eso Gordi lo estaba dejando? ¿Por qué no era el mejor? No, no tenía sentido, Azulin era el mejor ahora, tenía un buen puesto, cuando hizo su servicio militar tuvo un buen rango, ahora tenía que mirar al resto de los osos hacia abajo, ahora tenía personas trabajando para él, esta vez él no era el problema, él era superior en todos los sentidos a los nuevos amigos de Gordi, era mejor en todo, todo.
Gordi se estaba yendo de su lado por idiota y por egoísta, y él no podía creerlo, su hermano por sí mismo había tomado la decisión de dejarlo, de abandonarlo.
Frenó enfrente de su casa de forma abrupta y bajó del carro azotando la puerta, apenas y era capaz de procesar lo suficiente para meter la llave a la cerradura para entrar a su hogar, su corazón bombeado y totalmente motivado por el hecho de destruirlo todo.
Sin pensarlo un segundo comenzó a tirarse sobre la puerta del cuarto de su hermano con furia, como si fuera un toro con una tela roja frente a sus ojos, hasta que por fin pudo romperla, con su pie agrandó la apertura en la madera y se adentró para corroborar que era cierto, las maletas y cajas listas y apiladas sobre el suelo y los muebles ya vacíos.
Su respiración se volvió errática, y sin esperar un segundo tiró las cajas con furia y comenzó a pisar cada pertenencia; ropa, cuadros, accesorios, zapatos, figuras, adornos, apenas y podía controlar el temblor de su cuerpo producido por la furia.
—¡Bastardo, eres un bastardo, un traidor, igual que la puta de tu madre, Gordi, un hijo de perra! — El cuadro debajo de su pie se volvió añicos, el vidrio que protegía la foto ahora estaba hecho trizas y regado sobre el piso.
—¡Te odio, te odio, te odio, te odio! — La fotografía de su familia de cuando aún eran cuatro personas dio directo contra el espejo pegado a la pared, quebrándolo en mil pedazos, ahora con la figura de Azulin distorsionada mostrándose sobre el.
Aun con todo eso, no era suficiente, el enojo no se apaciguaba, Azulin apretó los puños clavando sus garras en su propia palma mientras apretaba los labios con tanta fuerza que su colmillo había lastimado su encía y el sabor de la sangre comenzaba a recorrer su lengua.
Si Gordi quería destruir su relación con él, Azulin se encargaría de destruir todo lo que amaba y todo lo que le importaba.
[...]
Pompón suspiró cansado mientras dejaba por fin el secador de lado, al fin había quedado limpio su piso.
—Lo hiciste muy bien, muchos trabajadores de oficina son unos inútiles para estas cosas ¿Sabes? — La vieja osa que se encargaba de la limpieza había decidido quedarse a hacerle compañía al oficinista, aunque pudo irse temprano decidió que quería observar el trabajo de su ayudante temporal.
Pompón asintió y limpio el sudor de su frente —Mu...muchas gracias, es más cansado y pesado de lo que parece ¿No se cansa?
—Oh hijo, estoy acostumbrada a hacer esto diario desde hace años— La osa con pelaje canoso le sonrió y acomodó sus lentes sobre el puente de su nariz —Ahora que has terminado es hora de irnos.
Ambos comenzaron a apagar todos los aparatos de su piso para tomar el elevador y bajar hasta la plata baja, ya había caído la noche.
Pompón apretó su maleta, aún tenía el mal sabor de boca por lo que había pasado con Gordi hace un rato, después de decirle a Azulin sobre la mudanza había ido a ver el local por si acaso, y estaba cerrado, eso había sido un alivio para él, al parecer no había logrado encontrarlo.
Sabía que esto era su culpa, aunque en un inicio había hecho esto con buenas intenciones al final todo fue contraproducente y su propia avaricia había sido la gota que derramó el vaso en esta situación.
Al llegar a la recepción, se despidió de la veterana del edificio en la entrada y comenzó a caminar hasta la calle trasera, sabía que era tonto que estuviera monitoreando el local cuando estaba cerrado, pero velar por el lugar era lo único que podía hacer por Gordi ahora que no sabía dónde estaba.
Antes de llegar a la esquina pudo escuchar el sonido de vidrios rotos y como algunas personas se alejaban corriendo rápidamente de la calle, los gestos de su rostro se endurecieron, comenzó a correr hasta la esquina para observar como las personas se alejaban del local "Abel", que estaba prendido en llamas.
Su corazón se aceleró, esta mañana aun había estado dentro preguntando al trabajador de Gordi sobre la situación, y ahora, frente a sus ojos, estaba su jefe con una chamarra y cubre bocas alzando la cortina del local, al parecer con una bomba casera había sido capaz de reventar el seguro.
Pompón pasó saliva con pesadez y comenzó a correr hacia la calle de su edificio de regreso, si Azulin se daba cuenta que él lo había reconocido era hombre muerto.
No podía parar de temblar, su cuerpo entero sudaba por la ansiedad y por el miedo que recorría cada uno de sus nervios, tenía que llamar a los bomberos y avisar a la policía antes de que fuera carne de cañón, podría ser el único testigo dispuesto a hablar y en reconocer al culpable.
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Jejejeje capítulo desde la perspectiva de Azulin, ya sabremos que sucedió con Coco y Gordi en el siguiente capítulo c: gracias por los 800 votos, woao.
Pregunta del cap ¿Alguna serie que intentaron ver y nomás no les gustó? Yo vi Rick and Morty con una amiga pero nomás no me atrapo, solo vimos la primera temporada asjnksaj.
Gracias por su apoyo, seguramente la historia esté terminada de esta a la siguiente semana, nos leemos!!!
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La vida que merezco [ CocoBerry / Coco x Gordi]
FanficA Coco se le da la oportunidad de trabajar en la construcción de departamentos en el centro de la capital, después de una mala racha de trabajos de medio tiempo y mala paga decide aceptar, consiguiendo un nuevo grupo de amigos y un lugar recurrente...