[ Gotcha! : HeeJake ]

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Jake, Sunoo y Jungwon se encontraban en el mall que más cerca les quedaba de casa.

O bueno, mejor dicho, Sunoo quería ver una película con Jungwon y había arrastrado al pobre Jake consigo.

No malinterpreten a Jake, él adora salir con su mejor amigo... pero la cosa cambia si se tiene que quedar mirando como Sunoo se la pasa abrazando a Jungwon, mientras que este último lo llena de besos y de palabras cariñosas.

Jake estaba soltero y con un amor no correspondido.

Claramente ya no había consideración en el mundo.

— ¿¿¿Ya terminaron???

Y sí, ese era Jaeyoon.

La película acababa de terminar y Sunoo, como de costumbre, se había puesto a llorar. Jungwon había estado los últimos 10 minutos limpiando las lágrimas de su novio y consolándolo con besos y caricias.

Mientras tanto, Jake se había tenido que fumar la escena en silencio y sin posibilidad de irse porque sabía perfectamente que si se iba sin ellos, su querido y adorado Suni iba a usar su cabeza para decorar su sala de estar.

— No. — dijo Sunoo, abrazando con más fuerza el cuerpo de su amado novio. 

— Creo que sí. — contradijo su novio, haciendo que el pelirrojo suelte una queja. — ya llevamos mucho tiempo así, amor, tenemos que irnos o nos van a sacar de la sala por la fuerza.

Kim soltó un suspiro resignado y se levantó de la silla. Jake también soltó un suspiro, pero de alivio, y fue el primero en correr hacia la salida.

Libertad, al fin.

El plan ahora era simple: llegar a casa, bañarse y dormir. Aunque claro, el mundo nunca estaba de su lado, no todo podía ser tan fácil.

Mientras más se acercaba a la salida del mall, más se acentuaba un sonido que conocía muy bien. Jake trataba de ignorarlo, diciéndose a sí mismo que no era verdad, que nada pasaba y que todo era mental, pero en el fondo sabía que no era así.

Por las enormes puertas de vidrio del centro comercial, Jake no pudo seguir huyendo a la realidad.

Estaba lloviendo a cántaros.

Y por supuesto que él no tenía paraguas.

— Pero me lleva la puta madre...

La dulce parejita con la que Sim se veía obligado a compartir el fin de semana llegó a su lado al poco tiempo.

El trío de amigos se quedó mirando hacia afuera sin decir una palabra por casi 30 segundos.

— Carajo... — murmuró Jungwon, rompiendo finalmente el silencio.

— Tenemos que comprar un paraguas... — murmuró Jake, a lo que no obtuvo más que silencio en respuesta. — ¿Chicos?

— Yo me quedé sin nada comprándole dulces a Sun. — dijo Jungwon.

— Yo no traje plata porque Wonnie me dijo que esta vez pagaba él. — le siguió Sunoo.

Jake los miró a ambos. Pestañeó unas ocho veces antes de suspirar.

[...]

La dichosa "operación paraguas" fue un absoluto desastre. Nadie parecía vender paraguas y los que lo hacían, se habían quedado sin ninguno por la cantidad de gente que no sabía que iba a llover ese día.

El único paraguas que consiguieron fue uno (carísimo, diminuto y ridículo) de princesas.

— No puedo creer que solo haya un maldito paraguas en todo el centro comercial.