[ Gotcha! : HeeJake ]

19

La campana de inicio del almuerzo sonó y con ello los nervios de Jo se fueron hasta el cielo. No quería quedarse de nuevo con sus compañeros de clase, pero no estaba seguro de si tenía opción.

El día anterior, justo antes de que su pausa terminase, uno de los tres, no recordaba quién, le dijo: "deberíamos hacer esto más seguido. Mañana podríamos". No, no podían, Jo no quería.

Por su vista periférica pudo ver cómo alguien se acercaba y comenzó a entrar en pánico. ¿Ahora qué? Ellos no lo escuchaban cuando pedía algo.

Le pareció escuchar a alguien pidiendo que no se le acerquen, estaba seguro de que ese había sido Woonhak. Pobre chico, de seguro a él tampoco le caían bien ellos, pero creía que lo tenían intimidado. No quería terminar así, pero sabía que estaba yendo directo a ese destino.

Nervioso a morir se volteó a su compañero de al lado, aquel Riki, cuyo apellido no recordaba. Se encontraba guardando sus cosas con toda la calma del mundo, ya casi terminaba.

Jo estaba seguro de que apenas este haya terminando, se voltearía, le diría que coma bien y se iría. Jo no quería que se fuese hasta poder dar con su hermano.

Riki se volteó confundido hacia aquel chico con su misma nacionalidad, quien hasta ahora le parecía un misterio, cuando sintió su manga ser débilmente agarrada, impidiéndole terminar de cerrar su mochila. Al hacerlo, se topó con la imagen de su compañero con la cabeza gacha, mientras que a su lado otro de sus compañeros, Junghwan, lo miraba con confusión.

En un segundo, Riki entendió qué pasaba, Jo no quería que lo dejase solo con So.

— ¿Jo? ¿Qué haces? Deja al pobre Maki tranquilo, ¿no ves que se quiere ir? — dijo Jungwhan.

— Yo también me quiero ir...

— Ay, no seas así, quédate, ayer la pasamos bien, ¿no te acuerdas? Ahora somos amigos y los amigos siempre están juntos, no entiendo por qué nos rechazas así.

Maki apretó los labios al escuchar al tipo hablar. Jo estaba claramente incómodo con todo eso.

— Oye, Jo ha dicho que se quiere ir, ¿por qué no lo dejas ir? — intervino finalmente, levantándose de su silla y dando un paso hacia Junghwan. La mano de Jo se mantuvo sobre su ropa.

— ¿Qué te metes, Hirota? Esto no es contigo.

— Claro que lo es.

— Claro que no, ¿quién te ha llamado aquí? Solo lárgate.

— Jo, Jo me llamó.

— Él no lo hizo.

Nishimura dejó de escucharlos, ya no quería. Retrocedió un poco, aún sin levantarse de la silla y pronto sacó su teléfono.

Riki, por su parte, acababa de salir de clases con una gran sonrisa, hasta ahora todo había salido bien.

Hasta ahora.

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