[ Gotcha! : HeeJake ]

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— Hey... — llamó Riki a su hermano menor, quien seguía escondido bajo las sábanas. — Es mi último llamado, tienes que levantarte o vamos a llegar tarde. — explicó, tratando de sacudir ligeramente el cuerpo de su hermano.

Riki estaba parado al lado de la litera que compartían, lo cual dificultaba un poco su "labor". Le costaba llegar a sacudir el cuerpo de su hermano, sobre todo porque este se había pegado a la pared, lo más lejos posible del borde.

— No quiero. — respondió Jo por milésima vez.

Era lunes por la mañana, dos días después del "incidente". Riki le había explicado a Jo el tipo de relación que tenía con Sunghoon y el menor entendió, aunque claro, eso no quitaba que Riki escuchase los sollozos mal disimulados de su hermanito por las noches.

Jo seguía mortificado por la idea de lo que le dijo a Sunghoon ese día. No podía creeer que de verdad le había sido tan "fácil" soltar aquello que no había sido capaz de revelar hasta ahora, incluyendo cosas que no planeaba mencionar nunca en su vida, como los "celos" que sentía de la relación que Park mantenía con su hermano.

No quería tener que ir al colegio, no quería tener que ver a Sunghoon aún, todavía no había conseguido reunir el coraje que le faltaba.

— Yoyo... no puedes faltar sólo por eso... — trato de convencerlo Riki, usando "eso" para referirse al incidente a sabiendas de que su hermano lo entendería.

— Mírame hacerlo.

Riki solo suspiró, sin saber qué responder al respecto.

— Si cambias de opinión en menos de quince minutos, cámbiate y ve a desayunar, si no, iré solo.

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