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— ¿Jo? — escuchó una voz femenina detrás suyo.

Desde que había llegado a la dichosa fiesta en casa de Asa, apenas había hablado con alguien: había saludado a Asa por su cumpleaños y poco más. Jo tenía fama de ser muy callado, por lo que nadie dijo nada al respecto.

Pero claro, cuando ya son las once y media de la noche y Jo sigue sin decir una sola palabra, lo más lógico es que la gente que hay ahí comience a preocuparse un poco. Jo es callado, pero no se supone que sea una tumba. 

Fue Eunchae, la mejor amiga de Asa, quien finalmente se atrevió a acercarse a Jo, consiguiendo de él la primera respuesta que había dado en dos horas.

— Uh... — murmuró, algo nervioso. — Sí, soy yo, ¿tú eres?

— Me duele que no me recuerdes. — trató de bromear la rubia, aunque al ver la cara de pánico que puso Jo, supo que su broma no había sentado muy bien. — ¡No, no te asustes! Solo es una broma, es normal que no me recuerdes, solo nos vimos una vez. — trató de tranquilizarlo. — Soy Eunchae, mejor amiga de Asa.

— Oh, creo que ya sé quién eres...

— ¿De verdad? — se emocionó ella. Jo no tuvo tiempo de responder, pero Eunchae volvió a hablar. — ¿Cómo estás? Te veo por aquí y te visto toda la noche, pero no dices nada, ¿no te está gustando la fiesta?

Jo entró en pánico. No quería que la gente crea que la estaba pasando mal, que vamos, no se equivocaban, pero no quería hacer sentir mal a nadie. Veía a gente divertirse y quería unirse, pero no sabía cómo.

— No es que no me esté gustando, yo quería venir hace una semana, pero pasó algo y yo— Jo estaba claramente nervioso, Eunchae no tuvo que poner mucho esfuerzo para adivinarlo. De la nada se había puesto a hablar tan rápido, que Hong a las justas podía seguirle el ritmo.

— Oye, Jo, respira un poco. — lo detuvo. — No te pongas a rapear porque no te entiendo. ¿No querías venir ahora? Entonces, ¿por qué? Nadie te obligaba, habría estado normal que no vengas, no tenías que-

— Es que sí quería venir. — trató de explicar Jo. — Quería divertirme y todo iba bien, hasta que yo... la cagué en grande con el novio de mi hermano y desde entonces todo es... raro.

— ¿Raro?

— Pues... siempre comíamos juntos, hablaba con él todos lo días, hasta estábamos pensando en tener un mendigo de Minecraft, pero toda esta semana ha sido diferente. Ahora come todos los días con sus amigos, no me escribe y si me ve me saluda, sí, pero distinto... está igual que mi hermana, es como si me tuviesen pena... y lo odio. — se sinceró Jo. No estaba seguro de si contarle esto a aquella chica era una buena idea, pero no tuvo tiempo de sobrepensarlo antes de hablar, últimamente era muy impulsivo y eso le asustaba.

— ¿Puedo preguntar qué pasó? — preguntó Eunchae, mientras lo miraba con la cabeza inclinada hacia un lado. Hong al menos ya sabía que no debía de tratar a Jo de "pobrecito" sea lo que sea que estuviese pasando.

Nishimura se la pensó esta vez. Ya la había cagado con una de las personas más importantes de su vida por tener la boca floja, pero la chica frente a sí no era nada suyo todavía, apenas la conocía y se veía como una persona decente, quizás podría...

— Me declaré a él. — admitió. — Me enamoré de él y se lo dije. Yo no sabía que él y mi hermano estaban en algo cuando lo hice...

[ Gotcha! : HeeJake ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora