Malentendido

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Buenos días, jefe —Friday saluda a Tony en cuanto éste pone un pie fuera de su cuarto por la mañana, listo para comenzar su día—. ¿Desea que repasemos su agenda para hoy?

—Tacha lo que sea que tuviera que hacer a primera hora, Friday, tengo un sitio al que ir. Y avisa a Jarvis así no se asusta y llama a la policía si demoro.

Muy bien. ¿Necesita que contacte a su equipo de seguridad antes de salir?

—Escribe a Happy, dile que esté aquí cuanto antes. Despertaré al mocoso mientras tanto.

¿Qué hay del señor Barnes?

—No será necesario.

Tony siente una pequeña punzada de inquina al pensar en su guardaespaldas, pero opta por no prestarle mayor atención, enfocándose en cambio en acomodar su chaleco de vestir mientras espera que su sobrino conteste al llamado a su puerta. Los segundos pasan sin señal de vida al otro lado, como es de esperarse, y él decide insistir. Esa mañana, la paciencia no es lo suyo.

—Peter, ¿puedes abrir? No quiero entrar a tu cuarto sin tu permiso y encontrarme con una escena que nos traume a ambos de por vida... —Nada. Tony golpea con suficiente fuerza como para sacudir el penthouse entero, como última advertencia, y un súbito tumulto al otro lado le indica que finalmente logró captar la atención del menor.

—¡¿Qué-- qué ocurre?! —Peter aparece al otro lado, somnoliento y despeinado, y su tío ríe al notar que aún lleva puestos sus auriculares, aunque los mismos están absurdamente torcidos sobre su cabeza.

—¿Otra vez te dormiste haciendo una maratón de series, genio? 

—¿Qué? Oh, n--no, yo... Estuve hablando con Shuri anoche y... ¿Qué hora es?

—Vaya, ¿conversando hasta dormirse juntos? Eso es nuevo... —él se burla, y las mejillas del muchachito se encienden como dos brasas, como cada vez que Tony le hace alguna observación sobre la curiosa relación que tiene con la brillante hermanita de T'Challa.

—¡No es lo que tú crees! —Peter se explica exasperado— ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Shuri y yo sólo somos amigos.

—Bueno, no tendría nada de malo si fuesen algo más. No dejes que su hermano te intimide con sus amenazas, tarde o temprano tendría que aceptarlo--

—No tengo tiempo para relaciones, tío Tony —el menor lo interrumpe—. Además... M--Me gusta alguien más. Así que deja de sugerir que tengo algo con Shuri, ¿acaso no puedo ser su amigo sin que todos sospechen de algo romántico?

—¡Oye oye, no intentes distraerme con tus sermones! —Tony exclama sorprendido—. ¿Quién es? ¿Por qué no me contaste nada? ¿Ya no confías en mí? 

—Tony...

—¿Es esta una de esas rebeldías adolescentes de las que tu tía May me advirtió pero no le presté atención?

—¡Hablo en serio, Tony! Que tú no tengas amigas mujeres no quiere decir que yo no pueda tenerlas.

—¡Yo sí tengo amigas mujeres! ¿Qué es Pepper, sino?

—¿Tu ex...?

—Bueno, pero sólo salimos un tiempo, eso no cuenta. ¿No vas a contarme de quién se trata?

El muchacho suspira y Tony genuinamente siente ansiedad al notar su renuencia. ¿Qué pasó con su relación estrecha, con la complicidad, con los "¡Tío Tony adivina qué!"...? 

¿Cuándo creció tanto su bebé?

—Es alguien de la universidad. Pero no tenemos nada, sólo... me llama la atención. Creo. ¿Me dirás por qué estabas tratando de tirar mi puerta abajo ahora, por favor?

Tres (no) son multitud - Stuckony AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora