La charla

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Steve se considera a sí mismo razonablemente coherente. Nunca pide más de lo que sabe que puede recibir, no se encapricha con lo que no puede ser, no tiene problema en admitir una derrota... Vamos, haber perseguido una carrera como artista plástico le enseñó que no siempre las cosas salen como nosotros esperamos, y que lo más maduro que podemos hacer es respirar hondo y seguir adelante...

Lo cual hace que se sienta infinitamente frustrado actualmente, porque sabe que está pidiendo demás, porque está encaprichado con lo que no puede ser, y porque por más que quiera (y trate de convencerse de ello) su corazón permanece completamente obstinado en no admitir su derrota.

Sus improvisados encuentros individuales con Bucky y Tony fueron verdaderamente placenteros, incluso con la interrupción de su traicionera mente llevándolo a pensar en quien no debía cuando no debía hacerlo. Bucky lo hizo sentir imposiblemente deseado, como si no hubiese pasado un sólo día desde la última vez que habían intimado, y Tony lo hizo sentir deliciosamente poderoso, retorciéndose de deleite en sus brazos gracias a las caricias que Steve le había prodigado. Dos encuentros perfectos, sensuales, con una química estupenda...

¿Entonces por qué rayos no puede estar contento y ya?

—¡Estás motivado hoy, Steven! —Thor lo felicita cuando el muchacho le asesta un golpe lo suficientemente feroz a sus manoplas de entrenamiento como para hacer trastabillar hacia atrás al gigante nórdico—. ¡Estupendo golpe!

—¡Estoy-- frustrado! —él repone en un gruñido, secándose la frente con el antebrazo antes de volver al ataque.

—Oh, bueno, ¡entonces ahora conoces la eficacia de la energía sexual contenida! Potencia notablemente tu performance y tu estamina en combate, sólo... no debes permitir que afecte tu humor.

—Ojalá fuese ese el problema —Steve suspira por fin, dejando caer los brazos, y Thor lo mira intrigado, soltando un suave murmullo en respuesta.

—¿Alguien está necesitando una charla...?

—¡Ya tuve una charla! —Steve se queja, a cada momento más exasperado consigo mismo—. Lo hablé contigo, lo hablé con mi amigo Sam... Siempre arribo a la misma estúpida conclusión.

—¿Y cuál sería esa, mi amigo?

—Soy el peor —él sentencia por fin, derrotado, pero Thor sólo suelta una profunda carcajada y le da una palmada de aliento en el hombro.

—A veces olvido cuán dramático eres...

—Lo digo en serio. Las cosas con Tony y Bucky van bien, pude decirles lo que me estaba molestando, pasamos un buen momento juntos, luego también los vi por separado y todo marchó de maravilla...

—¿Y cuál es el problema?

—¿Por qué diablos no puedo estar conforme? —él gimotea atormentado.

—Ah, los jóvenes de ahora y su temor a amar...

Ante eso, Steve no puede evitar reír.

—Tú también eres joven, Thor. Y no te veo amando a nadie.

—Oh, ¡yo amo muy seguido! —el gigante exclama con orgullo—. Y lo hago bien, también, jamás recibí una queja...

—No creo que estemos hablando del mismo tipo de amor...

—Tienes un corazón hambriento, Steven —Thor lo interrumpe, apasionado—. ¡No intentes limitarlo! Si amas a tus dos novios, ¡entonces ámalos con todo tu ser! Deja de temer perderlos o decepcionarlos, y entrégate a ellos por completo. ¿Qué es lo peor que podría ocurrir?

Tres (no) son multitud - Stuckony AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora