Tres (no) son multitud - Stuckony AU

Lealtad

Peter Parker no es un chismoso. Jamás lo fue, y no le interesa serlo. Para él, la privacidad y la intimidad son derechos primordiales, y preferiría cualquier cosa antes que violarlos, pero...

Pero la foto que ilumina la pantalla de su celular en esos momentos le hace dudar de sus propias convicciones, por trigésima vez más o menos en un sólo día.

En ella, el novio de su tío sonríe con suavidad mientras sostiene la mano de una mujer pelirroja cuyo nombre Peter desconoce, pero que sabe que ha visto rondando en su universidad más de una vez. Ambos lucen relajados, cómplices incluso, escondidos en su pequeño rincón del café, lejos de los ojos del público... A excepción, claro, de los de Peter, que casualmente se posaron en ellos justo a tiempo para ver aquel intercambio para nada discreto. 

¿Pero qué rayos significa? 

—Ahm, ¿tierra llamando a Peter...? —una voz curiosa lo saca de sus pensamientos de pronto, haciendo que el jovencito se sobresalte y esconda su teléfono—. ¿Se puede saber qué te tiene tan disperso hoy?

—L--Lo siento, no es nada —él repone al recién llegado, quien entrecierra sus ojos castaños con sospecha, claramente para nada convencido—. ¿Qué decías?

—Estás desde temprano con la cara fruncida... Si sigues así tendré que comprarte un jugo de ciruelas para la pancita, cariño.

—Ja-ja, qué gracioso —Peter masculla poniendo los ojos en blanco, pero al ver que el otro continúa observándolo con interés, decide por fin dejar salir lo que lo está agobiando: —Es que... vi a alguien hacer algo, y... No sé si es malo o no. 

—Oh. Oh... Bueno, verás, Petey, cuando una persona está sola y muy, muy cachonda, es normal que a veces necesite--

—¡Por dios, Wade! ¿Puedes hablar en serio por una vez? —el muchachito exclama, haciendo al otro reír entre dientes antes de ceder por fin.

—Ok, ok... —le dice mientras toma asiento a su lado, en un banco del campus—. ¿Qué fue lo que viste? Cuéntale al buen Wade.

Peter suspira, frustrado, pero decide que quizá no sea tan mala idea compartir sus preocupaciones con alguien más. Alguien mayor, que tal vez pueda darle una perspectiva más objetiva del asunto...

Bueno, una perspectiva diferente. En verdad no está muy seguro de cuán objetivo pueda ser Wade Wilson.

—Bueno, la cosa es que mi tío está saliendo con un chico... —comienza, dubitativo, pero enseguida el otro lo interrumpe.

—¡Yupi! Tío gay. ¿Qué más?

—No es gay, es bi-- En fin —Peter exhala con fuerza, tratando de conservar la paciencia—. Mi tío sale con un chico, y yo... Vi a ese chico el otro día, tomando un café con alguien más.

—Ajá. ¿Eso es todo?

—Estaban tomados de la mano.

—Oooh... ¿En qué sentido tomados de la mano?

—¿Qué tantos sentidos puede haber? —Peter repone, exasperado.

—Bueno —Wade enumera con sencillez—, puede ser un apretón de manos profesional, o uno platónico, o tal vez sólo estaban jugando una pulseada...

—No, no. Estaban como... Realmente tomados de la mano. Así, mira.

Cuando Peter mete la mano en su bolsillo para recuperar su celular, el mayor deja caer los hombros muy poco disimuladamente, al parecer decepcionado con que no vaya a darle una demostración literal. Al notarlo (y para su completo horror) el muchachito siente a su corazón traicionero saltarse un latido, pero decide obstinadamente ignorarlo. Quizá sólo fuese un gas.