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Rita y Alba se dirigieron a una de las tiendas de vinilos que había en el barrio para matar el tiempo.

– ¡Estoy muy solo y triste acá en éste mundo abandonado!

Cantó Alba, enseñándole a su amiga un álbum de Tango.

Un clásico, que claramente ya tenían.

– ¡Tengo una idea, es la de irme al lugar que yo más quiera! – cantó Rita uniéndose.

Solían hacer eso para divertirse. Sacaban un álbum al azar y si lo conocían tenían que cantar al menos un tema de aquel álbum al unísono.

Siguieron cantando hasta finalizar
Paulo, el muchacho que atendía ahí ya las conocía y no tenía problema con ésto, es más a veces hasta se les unía.

Él, además, era una de las personas que más promocionaba su banda Hijas del Rock cuando estaban por tocar.

Continuaron cantando hasta el estribillo:

– ¡Tengo que conseguir mucha madera, tengo que conseguir de dónde pueda! Y cuando mi balsa esté lista iré a naufragar

Alba fingió estar parada sobre una balsa y patinó sobre el piso resbaloso de la tienda con sus brazos abiertos de par en par, de una forma exagerada.

Rita estalló en carcajadas.

– Che, ¿Dónde tocan el finde? – preguntó Paulo, riéndose de las boludeces de Alba.

– En La Perla. – respondió Rita sacando la lengua en una mueca entusiasmada.

– ¡No me digas! Tengo que ir entonces...

– Si, tenés que venir. Ahora que lo pienso medio la colgamos un poco con los ensayos... María Rosa anda en una. – le contó llevando el chisme, mientras se acercaba más a él.

Paulo, no le quitaba la mirada de encima a Alba.

– ¿En qué anda María Rosa? – preguntó volviéndo la mirada a Rita.

– Se está viendo con un flaquito que toca en la banda esta que estuvo el sábado. Sui...

– ¿Sui Generis?

– ¡Esa! La puta madre, siempre me olvido. – rió. – Le estamos haciendo el aguante.

– ¡Son unas metidas! – se rió Paulo.

– Che, Paulito... ¿Te llegó algo de Deep Purple? – preguntó Alba alzando la voz, desde uno de los rincones del local.

Este aprovechó la situación para acercarse a ella, busco entre los álbumes y le entregó el que había llegado esa semana. Who do we think we are.

– ¡Ah sos un genio! – dijo emocionada.– escuché en la radio que ya había salido, debe salir una fortuna igual... – lo miró preocupada.

– Llevalo, me lo pagas cuando podés.

– No no... Siempre lo mismo. Me da bronca porque mis viejos tienen plata pero no me quieren dar porque están modo ortivas. Ahora hasta que no gane lo del mes con Sonia o lo de la banda no tengo un peso...

– Llevalo Albi. – insistió, pasándole el disco.

Alba lo miró apenada, y después saltó a sus brazos para abrazarlo.

– ¡Gracias gracias gracias! Sos el mejor. ¿Qué te debo? – pregunto divertida.

– Unas entradas para ir a verlas – bromeó aprovechando la situación, Rita miraba entretenida desde su lugar la secuencia.

Te Ví Entre Las Luces | Charly García ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora