Alba tachó aquel día en el calendario que estaba pegado a la heladera con un imán. Quedaban solo dos días para partir.A su alrededor, su departamento estaba casi vacío. Quedaban muy pocos muebles, y estaba todo empacado en grandes y pequeñas cajas.
Escuchó unas pisadas en el eco del pasillo, y Charly se apareció ahí en la cocina.
– Buenos días. – murmuró refregando sus ojos adormilado.
– Buen día dormilón... – sonrió ella volteando a verlo. – ¿Qué haces tan temprano?
– Escuché a tus vecinos, no se que mierda están haciendo acá arriba todo el día corriendo muebles. – se quejó abrazándola con los ojos cerrados.
La subió a la mesada de la cocina, y enterró su cara en su cuello. Ella rió y comenzó a peinar su largo cabello desenredándolo con los dedos.
– Yo creo que se deben estar vengando por el quilombo que estuve haciendo todos éstos días... – rió. – Anoche llegaste re tarde del ensayo, ¿No querés dormir un ratito más? Vos siempre dormís hasta tarde...
– No, ahora quiero estar con vos. – murmuró, haciéndole caricias en la cintura debajo de su remera, esa que usaba para dormir todas las noches.
– ¿Querés desayunar algo?
– ¿Tenés algo?
– Algo me queda... – rió ella. – Ya sabes, cuando me vaya llévate todo lo que queda porfi... Así no queda nada acá.
– Tranquila, yo me voy a encargar de eso. Y de entregarle el departamento a la inmobiliaria cuando te llegue la segunda tanda de muebles a Nueva York.
– Gracias por apoyarme en ésto. – murmuró besando su frente.
A veces a Charly le gustaba esa situación tan vulnerable, en la que ella lo abrazaba a él, en la que ella era la cucharita grande, en la que ella lo contenía. La verdad, ese último tiempo la estaba aprovechando lo más que podía.
– No me agradezcas, lo que hago lo hago con amor.
Se incorporó un poco para verla. Alba rió al ver su rostro adormilado y aún algo hinchado y lo besó con ternura. Extrañaría verlo despertar por las mañanas, hace bastante tiempo que ya estaban conviviendo en casa de Charly o en su departamento... Quizá esa no había sido la mejor idea.
– Vamos, comamos algo que todavía nos espera un día largo.
Se bajó de la mesada y puso la pava para preparar unos mates.
Por la tarde fue a despedirse de sus padres, y de Sonia.
.
La última noche se reunió con todos sus amigos más íntimos en una cena tranquila en casa de Charly.
Todos estaban apenados, y habían soltado algún que otra lágrima. La realidad era que nadie quería despedirse de su amiga Alba.
Sabían que podrían llamarla a penas llegue a Nueva York, pero con lo caro que estaban los pasajes y más a Estados Unidos veían muy lejana la posibilidad de visitarse a menudo.La mañana siguiente irían a despedirse de ella al aeropuerto... Pero querían aprovechar a festejar con una última cena, como solían hacer a menudo.
Y cuando todos se fueron dejando al par solo, Charly la abrazó por detrás con cariño. Murmuró en su oído:
– Quiero mostrarte algo... ¿venís?
– ¿Qué rompiste? – bromeó acariciando sus manos, y el rió besando su mejilla por detrás.
– ¡Por ahora nada! Vení...
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Te Ví Entre Las Luces | Charly García fic
FanfictionEl la vió entre las luces, con su cara toda azul... Y su mundo se dio vuelta por completo.