8

580 65 9
                                    

La felicidad que tenían los chicos por grabar su primer álbum por poco no cabía en sus cuerpos. Lo mejor de todo, era que las canciones ya las tenían: ahora solo quedaba grabarlas.

Por otro lado, la relación con María y Charly seguía igual que desde que empezaron a salir meses atrás, tenían citas, salian juntos, iban a verse a sus conciertos y de vez en cuando había habido algún que otro encuentro sexual. Pero nada más.

No tenían exclusividad o al menos no por parte de Charly.
Éste no tenía exclusividad con nadie porque sentía que estaba en el pico de su juventud.

Pero a pesar de todo una jovencita no salía de su mente: Alba.

Sentía que ya era tarde. en su momento el decidió salir con María Rosa y mas allá de que no eran nada serio, no podía empezar a tirarle onda a Alba así como así.
El tiempo había pasado muy rápido, y con el pasar de los días cada uno seguía con su rutina y su vida y no se habían vuelto a ver muy a menudo.

Alba por su parte salía con algún que otro chico, pero siempre nada serio. No encontraba a nadie con quien hacer "clic".

Y había una persona que tampoco salía de su mente: Charly.

Escuchaba a su amiga hablar horas de el muchacho de bigote bicolor, y había aprendido varias cosas sobre él.

Que era muy inteligente, eso estaba claro. Pero no necesariamente inteligente de tener conocimiento: sino de la rapidez con la que iba su mente. "No se le escapa nada" decía María Rosa, maravillada.

Tenía una forma muy curiosa de ver el mundo, y lo reflejaba a través de las letras de sus canciones. Su espíritu libre, sus ganas de aprender siempre, sus ganas de más. Siempre de más. El amor por la música, y por el arte en general.

Le gustaría conocer todo aquello personalmente, y no sólo por las habladurías de su amiga.

Tanto rondaba por su mente, que había vuelto a pintar un cuadro con su rostro:

– ¿Qué me falta...? – pregunto pensativa sosteniendo la paleta en una mano, y mirando el cuadro con detenimiento.

Era Charly tocando el piano, lo grabó en su mente la última vez que fueron a ver a la banda tocar. No tuvo la oportunidad de saludarlo aquella vez, y solo lo vio a lo lejos.

Aquella imagen casi teatral había quedado en su memoria, y sabía que necesitaba plasmarlo en una pintura.

– Claro, más sombra. – dijo, agregando unas pinceladas más.

Estaba de perfil, su nariz prominente y su bigote casi escondido entre la oscuridad del lugar.

El timbre del teléfono. Y pego un salto, como si estuviera haciendo algo mal. Salió del atelier, dirigiendose al teléfono que estaba en el pasillo y contestó.

– ¿Hola...?

¿Hola Alba? Habla Pedro...

– ¡Pedrito! ¿Que haces loco? – preguntó sonriente, al oir la voz de su amigo a través de la línea.

Todo bien, ¿Y vos perdida? ¿En qué andas? Hace banda no te veo, la última vez no nos fuiste a ver...

– ¡Si fui, si fui! Pero me fui temprano, las chicas se quedaron... Ando con muchas cosas, cuando te vea te voy a contar mejor. ¡Vos también estás perdido, eh!

Si, si... No lo voy a negar. – rió.– Estamos con el tema del album, y nos súper compenetramos... Pero justo estaba acá, y te quería decir si querías pasarte a tomar unos mates y te muestro lo que estuvimos haciendo. ¿Te copa?

Te Ví Entre Las Luces | Charly García ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora