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En un momento cuando Rita fue al baño,
María Rosa y Alba quedaron solas en un incómodo silencio mientras tomaban mates en la cocina.

La primera miraba a Alba con curiosidad, y como si estuviera formulando alguna oración en su mente.

La segunda, estaba en su mundo mientras jugueteaba con una servilleta de papel.

– Alba... – hablo María Rosa.

Ésta la miro expectante, alzando una ceja.

– Yo... Quería hablar sobre lo que pasó.

– ¿Ahora?

– Si. No creo que haya otra oportunidad...

– ¿Y qué querés hablar?

– Quiero disculparme por cómo actué. Yo no sabía que entre ustedes había algo serio.– bajo su mirada a sus manos, con nerviosismo. – Yo sigo muy dolida por todo lo que pasó, aún me cuesta superar a Charly y sinceramente creo que me va a costar mucho tiempo.

– Bueno, recién hace poco le dimos un giro serio a nuestra relación. – confesó. – ¿Sabes que me molesta? Qué jamás hayas querido hablar conmigo María. Ahora ya es tarde.

– ¿Por qué es tarde? – la miró frunciendo el ceño.

– Porque ahora ya pasó de todo. Ya está, no creo que tenga sentido ésta charla. En su momento quise ser comprensiva y pedirte perdón por cosas que he hecho. Pero vos también te la mandaste un montón de veces, y ahora ya no es lo mismo.

Rita salió del baño, pero al llegar a la sala escucho que sus amigas estaban hablando, así que se escondió detrás de la pared para no interrumpir pero escuchar de qué hablaban.

– Bue, las dos hicimos cosas que no debíamos. Alba, vos te metiste con Charly cuando yo estaba re enamorada de él. Yo lo ví primero... ¿entendés?

– No, no puedo entender que lo veas como una cosa. – se cruzó de brazos. – Yo me metí con él después de que él te haya aclarado que no había nada entre ustedes. No antes, jamás.

– ¡Pero estaba enamorada!

– ¡Y yo también! – confesó Alba. – Lo que nosotros sentimos fue mutuo... ¿Por qué iba a rechazar algo que es mutuo, es lindo y es sano?

María Rosa sintió una punzada en el estómago, y tragó en seco. Le costaba escuchar aquello, le costaba asimilar todavía que Alba era novia de Charly. Qué él la amaba.

– Bueno, quizá sea muy tarde para vos, pero no para mí... Tenía que decirte ésto y quedarme tranquila. No espero que nuestra relación vuelva a ser lo que era antes, pero al menos que no sea tan difícil entre nosotras.

– Lo mismo digo María.

Alba la miraba sin mucha confianza. María Rosa siempre había jugado con el papel de víctima, desde que la había conocido.


• • •

El día de la exposición estaba más cerca de lo que Alba pensaba, y los días entre su trabajo, la organización y su rutina se habían pasado volando.

Sus amigos, como siempre, la habían ayudado en todo lo que podían. Y Charly aún más.

Por otra parte, Sui Generis se encontraba en la cima de su reconocimiento. Y ya estaban organizando una gira ésta vez por Argentina. Tenían planes en grande... Y aquello recién empezaba.

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Aquella noche, él se encontraba en su departamento acompañándola en la creación de una de sus últimas piezas para la exposición: unos hornillos con textura de flores en su acabado.

Te Ví Entre Las Luces | Charly García ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora