ANCLA | Millones de veces me repetí que estaría sola, condenada a cuidar a mi padre y a mis hermanos
⚘
Nadie dijo que una ojos verdes y mi conexión, me darian la libertad para poder decidir
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.·:*¨¨*:·.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☘ Vale más pelear con gente de bien que triunfar con gente de mal.
—Baltasar Gracián.
DESPUÉS DE ENCONTRARSE CON ALYSSA Y CAMINAR HACIA EL DESPACHO DE SU PADRE, KLAUS PENSÓ EN LO QUE LE DIRÍA AL HOMBRE. Lo sorprendió con la guardia baja, cuando entró en la oficina Reginald lo apuntó con el atizador. Klaus se detuvo al instante, pero también alcanzo a agarrar otro atizador para defenderse.
—¿Fuiste tú? —preguntó sin dar contexto. Reggie alzó una ceja dudoso—. ¿Tú mataste a nuestras madres?
—¿Cómo entraste aquí? —Evadió la pregunta y cuestionando al integrante de la otra academia—. ¿Madres? ¿De qué demonios estás hablando?
Klaus soltó el aire y bajó el atizador—. Alyssa me dejó entrar —comentó. Se acercó a él—. Solo dime la verdad, dime si lo hiciste. Te prometo que me iré justo después de que me digas la verdad.
—No me importas lo suficiente como para mentir —exclamó Reginald—. ¿Acaso te parezco un asesino? Estas diciendo puras tonterías en este momento.
—Bueno, quizás ahora no, pero...—se detuvo. Reginald bajó el atizador.
—Ya no digas nada más —comentó el hombre—. Tú eres el borracho, ¿no?
—No. No, soy Klaus —dijo dudando. Ya no era borracho, estaba totalmente sobrio—. Soy más bien un chico espiritual. Así me conoce todo el mundo.
Reginald iba a decir algo más, pero el fuerte sonido del golpeteo de la puerta alertó a los dos hombres. Klaus corrió a esconderse al armario mientras Reginald se sentaba en el sillón. La puerta fue abierta y Jayme junto a Alphonso entraron en el despacho de su padre.
—Muy bien, Reg —dijo Jayme colocando un plato con comida frente a él—. Ya sabes que hacer. Primero la medicina, luego unas cuantas firmas y al final tu comida.
—No tengo hambre —contestó volteando la mirada hacia otro lado.
—Vamos. No tengo ganas de lidiar con tu actitud de mierda —expresó la chica golpeando el plato—. Ya tengo bastante con tener que lidiar con Alyssa y sus tonterías.