ANCLA | Millones de veces me repetí que estaría sola, condenada a cuidar a mi padre y a mis hermanos
⚘
Nadie dijo que una ojos verdes y mi conexión, me darian la libertad para poder decidir
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.·:*¨¨*:·.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☘ Rodéate de personas que crean en tus sueños, animen tus ideas, apoyen tus ambiciones, y saquen lo mejor de ti
—Roy T. Bennet.
EL AUTO VIAJABA POR LA CARRETERA. Alyssa estaba sorprendida por la historia que acababa de escuchar. Pasó su cuerpo por el espacio que había entre los dos sillones de enfrente para mirar a Cinco.
—¡Wow! —exclamó—. ¿Estuviste toda tu infancia en un mundo destruido? —preguntó procesando la nueva información.
Llevaban más de dos horas viajando. Klaus se encontraba en el volante mientras Cinco mantenía el mapa sobre sus piernas, había pasado la mayor parte de la historia marcando los lugares que quería ver. Alyssa se mantuvo escuchándolo y haciendo algunas preguntas para comprender todo mucho mejor.
Cinco decidió que podía confiar en la chica. Había algo que le decía que era de confianza. Así que le reveló toda su verdad. Lo que había pasado en un infancia y en la Comisión, así como también el fin del mundo de 2019.
—Si. Eso lo volvió un amargado —agregó Klaus para fastidiar a su hermano. Cinco rodó los ojos—. Además, no estuvo del todo solo. Pasó treinta años con Delores, un maniquí fabuloso y toda una vida con Daisy.
Alyssa miró a Cinco y luego a Klaus—. ¿Hablas de la chica rubia que casi me mata cuando nos conocimos? —preguntó con curiosidad. Cinco la miró.
—Si. Lamento mucho eso —contestó. La pelimorada se acomodó en el asiento.
—¿Ustedes tienen algo? Parece que matará a cualquier que se atreva a tocarte —exclamó. Se arrepintió al instante de haber dicho todo aquello. Nerviosa, pensó en una manera de arreglarlo—. No es que me interese. Solo tenía curiosidad.
—Si. Cinco —dijo Klaus volteando a ver a su hermano—. Dinos que tienes con Daisy. Así sé si puedo seguir molestándolos o dejarlo todo por la paz.