ANCLA | Millones de veces me repetí que estaría sola, condenada a cuidar a mi padre y a mis hermanos
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Nadie dijo que una ojos verdes y mi conexión, me darian la libertad para poder decidir
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☘ Estaba muriendo, pero como no vieron sangre no me creyeron
—Emily Rivera
HAGO TODO LO POSIBLE POR SALIR DE LA ACADEMIA. Las luces estaban apagadas, al parecer todos mis hermanos ya estaban dormidos. No sabía porque estaba haciendo esto, pero tenía que hacerlo. Sentí la brisa fresca del viento chocar con mi rostro. Mis mechones morados se mueven al son del viento. Esta seria una buena noche.
Caminé por las calles. Me sabía de memoria el camino, así que usé los minutos que me quedaban para averiguar que era lo que iba a decir. Me detuve en el puesto de flores que estaba por cerrar. Compré algunas margaritas muy hermosas, sabía que le iban a encantar.
Una sonrisa sincera adornó mi rostro a pesar de haber peleado con mis hermanos, el mundo iba a terminarse y Marcus había desaparecido, pero todavía podía correr hacia él y contarle todo para desahogarme y a lo mejor despejar mi mente para encontrar alguna solución.
» Eso me dejaría más tranquila, me dejaba respirar fuera de la realidad.
Me escabullí por un hoyo en la cerca. El guardia se encontraba descansando así que tenía alrededor de quince minutos para estar a solas con él antes de tener que desaparecer. El cementerio era grande, pero conocía cada rincón del lugar sobre todo las salidas. Pero mucho más el camino a seguir hasta llegar a Ethan. A dónde Ethan me esperaba cada día.
—Espero que no me hayas esperado demasiado —digo al ponerme frente a la lápida.
Está muy limpia. Flores frescas en el florero que le traje el primer día que vine a visitarlo. Tal vez su madre o su hermano vino a visitarlo. A Ethan le encantaba hablar. Conversar con las personas, mucho más con las desconocidas; eso siempre fue lo que más me gustó de él. Con él siempre había un tema interesante del cuál hablar.
—Han pasado demasiadas cosas estos últimos días —solté mientras me sentaba. Coloqué las flores junto a las otras en el florero—. ¿Qué será lo primero que te contaré?